Cable aéreo
Señor director:

Parece importante analizar alternativas al trazado propuesto para la así llamada línea 3 del cable aéreo. Los tramos 3 y 4 tocan puntos neurálgicos como el Parque de La Gotera, los tanques del acueducto en la confluencia de las avenidas Lindsay y avenida Santander, que crean traumatismos físicos y sociales.
Me parece que se debe estudiar la alternativa de hacer la terminal en la zona aledaña al INEM, donde en ferias se establecen las fondas de arriería. En este momento se usa para aprendizaje de conducción de motocicletas y automóviles. Y por la topografía de esta zona de la ciudad, se tiene desde allí fácil acceso a sitios como el Hospital, el Hospitalito, la Facultad de Derecho de la Universidad de Caldas, la Universidad Católica, Centros Comerciales de la zona de El Cable y de Palermo, Facultad de Arquitectura de El Cable, El Parque Médico, el Estadio, las instalaciones de la Facultad de Administración de Empresas y el Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad Nacional así como todas las otras instalaciones de la Universidad de Caldas, así como al INEM y los colegios de El Rosario y San Luis Gonzaga. Este sitio sería más fácil de negociar, no de expropiar, y quitaría presión sobre una zona ya muy exigida como es la del actual CAI del cable.
Además, probablemente se ahorraría un tramo del cable haciéndolo más viable y económico.
Coletilla: no puedo dejar de celebrar el apunte de Don Cecilio sobre el maní.
Ramiro Betancourt G.

La transición energética debe ser pacífica
Señor director:

La economía de Colombia tiene su estructura formalizada, que año tras año logra su consolidación y firmeza. No es Economía de media petaca.
Sus lindas y encantadoras capitales y prósperas ciudades lo demuestran en abundancia. Sus sectores y actividades, funcionan con normalidad y alto espíritu en empresarios y trabajadores, donde sus relaciones no han tenido francos ni apestosos desentendimientos. Sería de injusticia manifiesta y brutal aplicarle medidas radicales, de un día para otro, cuando el buen juicio habla de que los procesos de desmonte del petróleo y del carbón, deben tener como principio fundamental la paulatinididad, sin acaloramientos de ningún tipo, porque si se actúa así, lo que va a traerle a La Economía es un horroroso y serio desbarajuste que suena al grave “efecto pigmalión”. No señores y señoras: la economía de Colombia hay que conducirla con sentido común, pues son más de 10 millones de familias las que no podemos ni debemos llevar al fracaso rotundo y al malestar social; además de hacer florecer pánicos y estampidas a la inversión extranjera, así como al giro ordinario de los negocios. Con la Economía no se puede jugar parqués. Es ajedrez el que hay que utilizar, que si tiene ciencia. Considero además que decisión de tanta trascendencia y entidad debe ser estudiada por el Congreso de la República, donde están representadas las seis regiones de la nación.
Rogelio Vallejo Obando

 

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