La siempre acomodaticia política
Señor director:

La plasticidad del actuar político es tal que ni siquiera la propia razón -esa facultad llamada a salvaguardarnos del error y del engaño- puede acompañar sus impredecibles piruetas. Lo que allá y entonces fue políticamente condenado como irracional, aquí y ahora, repentinamente, es aceptado como razonable, y viceversa.
Estábamos familiarizados con el argumento según el cual las fallas en los mandos altos y medios de un gobierno nacional se le tenían que reclamar al jefe supremo del mismo para que tomara los correctivos del caso. La FECODE no se exceptuaba de este modo de razonar. Históricamente, en sus publicaciones aparecen siempre, en primerísimo plano, los nombres de los presidentes como los principales responsables de los problemas de los educadores. En sus comunicados no dejaban de aparecer los apellidos Pastrana (padre), López M, Turbay, Betancur, Barco, Gaviria, Samper, Pastrana (hijo), Uribe, Santos y Duque. El de Santos con algunas reticencias por cuenta de algunos acercamientos ideológicos y económicos, ambos estratégicos, realizados al calor del proceso de paz.
Como la FECODE tomó abierto partido político por el Gobierno actual (al que ayudó a financiar su campaña con enormes sumas de dinero tomadas de los aportes de los educadores sindicalizados), entonces el razonamiento que enseñaba que los mandatarios son los responsables directos o indirectos de lo que hacen sus mandos altos y medios perdió toda verdad y validez. Ahora ya no importa en absoluto que esos mandos y ni siquiera el primer mandatario tomen decisiones improvisadas e irresponsables. Esta vez, la FECODE usa la plasticidad del actuar político para hacer que la opinión pública ignore las responsabilidades del Gobierno nacional y mire hacia otro lado.
Todos los días hay protestas contra la Fiduprevisora, como si ésta hubiera sido la que tomó la iniciativa de cambiar, sin el debido cálculo de las consecuencias, el modelo de prestación del servicio de salud para el magisterio, mientras que a los verdaderos y primeros responsables de esta improvisación (presidente de la República y ministro de la Salud) se les protege con los mantos de la invisibilidad y de la impunidad. Suficientemente revelador ha sido el hecho puesto al descubierto por la filtración de un diálogo entre el actual ministro de Salud y un alto ejecutivo de la Fiduprevisora., en el que el ministro reconoce que sabía del caos que se vendría por causa de la improvisada reforma.
Jorge O. López V.

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La siempre acomodaticia política
Señor director:
La plasticidad del actuar político es tal que ni siquiera la propia razón -esa facultad llamada a salvaguardarnos del error y del engaño- puede acompañar sus impredecibles piruetas. Lo que allá y entonces fue políticamente condenado como irracional, aquí y ahora, repentinamente, es aceptado como razonable, y viceversa.
Estábamos familiarizados con el argumento según el cual las fallas en los mandos altos y medios de un gobierno nacional se le tenían que reclamar al jefe supremo del mismo para que tomara los correctivos del caso. La FECODE no se exceptuaba de este modo de razonar. Históricamente, en sus publicaciones aparecen siempre, en primerísimo plano, los nombres de los presidentes como los principales responsables de los problemas de los educadores. En sus comunicados no dejaban de aparecer los apellidos Pastrana (padre), López M, Turbay, Betancur, Barco, Gaviria, Samper, Pastrana (hijo), Uribe, Santos y Duque. El de Santos con algunas reticencias por cuenta de algunos acercamientos ideológicos y económicos, ambos estratégicos, realizados al calor del proceso de paz.
Como la FECODE tomó abierto partido político por el Gobierno actual (al que ayudó a financiar su campaña con enormes sumas de dinero tomadas de los aportes de los educadores sindicalizados), entonces el razonamiento que enseñaba que los mandatarios son los responsables directos o indirectos de lo que hacen sus mandos altos y medios perdió toda verdad y validez. Ahora ya no importa en absoluto que esos mandos y ni siquiera el primer mandatario tomen decisiones improvisadas e irresponsables. Esta vez, la FECODE usa la plasticidad del actuar político para hacer que la opinión pública ignore las responsabilidades del Gobierno nacional y mire hacia otro lado.
Todos los días hay protestas contra la Fiduprevisora, como si ésta hubiera sido la que tomó la iniciativa de cambiar, sin el debido cálculo de las consecuencias, el modelo de prestación del servicio de salud para el magisterio, mientras que a los verdaderos y primeros responsables de esta improvisación (presidente de la República y ministro de la Salud) se les protege con los mantos de la invisibilidad y de la impunidad. Suficientemente revelador ha sido el hecho puesto al descubierto por la filtración de un diálogo entre el actual ministro de Salud y un alto ejecutivo de la Fiduprevisora., en el que el ministro reconoce que sabía del caos que se vendría por causa de la improvisada reforma.
Jorge O. López V.