Policías en la calle
Señor Director:
Así debe ser. El policía, sin muchas arandelas académicas y sin mayores rimbombancias etimológicas y semánticas, es la persona o ciudadano que cuida la ciudad. Ver a estos uniformados en las avenidas, carrera 23 y…, no sé si por otras carreras o calles de la ciudad, es un indicador de confianza y seguridad que coadyuvan a dar la sensación de tranquilidad en una ciudad con todos los más hermosos calificativos, pero en la cual no hay excepciones para la inseguridad, ya que en ella habitan personas de toda índole y condición.
Ver a estos ciudadanos (uniformados) en la calle, como debe ser, evoca recuerdos de añejos tiempos, cuando vivimos nuestra época primaveral. Estos ciudadanos prestaban sus servicios en la calle, conversaban con los vecinos, saludaban y hasta tomaban tinto compartiendo una buena convivencia y hasta cierta amistad. Es un gran acierto, sin que sea una genialidad, pero sí una atinada decisión, ya que los hechos delincuenciales suceden en la calle y no en los cuarteles.
Vale esa comandante
del policía en la calle
controlando al delincuente
que hace daño al ciudadano
el policía es un garante,
su presencia es muy diciente
en invierno o en verano,
el ciudadano es consciente
que debe cuidar su vida,
que debe cuidar sus bienes
pero, con sorpresa gana
el intruso delincuente.
Desde luego que con policías y sin policías, la delincuencia no se va a acabar, porque bien sabemos que este tipo de violencia tiene raíces muy profundas que son difíciles de erradicar. El señor presidente lo ha dicho: Los policías no tienen funciones administrativas, su razón de ser es cuidar a los ciudadanos y ellos están en las calles. Además, y bien lo sabemos, la Policía, por muchas razones non sanctas, perdieron autoridad, confianza y respeto de gran parte de la ciudadanía y difícilmente cambiará su imagen negativa.
Es la gran oportunidad de borrar esa imagen negativa y empezar a repensar un nuevo perfil de una institución que ha sido y será fundamental para el bienestar ciudadano cumpliendo su función constitucional en bien de los derechos humanos. Los ciudadanos también debemos tener una buena disposición de colaborar siendo solidarios y entre todos construir una respetable convivencia.
El policía en la calle es una importante experiencia de la cual se ha hablado mucho, pero parece que al fin triunfó la sensatez y la lógica. Así mismo, con este tipo de estrategias, los policías se van familiarizando con los civiles y en la medida de su efectividad encontrarán apoyo y quizás una efectiva convivencia, que es bien valioso como frente común contra la delincuencia.
Buena esa comandante.
Elceario de J. Arias Aristizábal