Carta abierta a Diego Santos

Señor director:

Primero mi respeto y gratitud por abanderar y motivar el análisis digital, la utilización de las redes y más recientemente avizorar el peligro Petro para la democracia colombiana. Valorarle que junto a Carlos Alonso Lucio y otros, han destacado que los veteranos y la reserva de la Fuerza Pública (militares y policías con asignación de retiro) fueron los pioneros en discernir las intenciones perversas autoritarias y antidemocráticas del presidente Petro. Mantener aplicadamente el uso personal y colectivo de las redes, así como proseguir con el juicio político, no basta.

¿De dónde salió la consigna ¡Fuera Petro!? De una persona replicada en todo el país. Del pueblo. Todas las ignominias de la Administración Petro causan indignación. No me voy a desgastar en repetirlas porque cada vez hasta el 7 de agosto de 2026 serán peores. Háganse de aquí en adelante, todas las marchas multitudinarias contra Petro (a las cuales asistiré), prosígase el juicio político contra Petro en el Congreso, todo eso a él le resbala. ¿Se acuerda de esas marchas multitudinarias contra Chávez? Desde las azoteas de los edificios dispararon contra los miles de marchantes, asesinaron a muchos y nada pasó.

Él (Petro), al igual que Fidel y Raúl Castro, Chávez, Ortega, Maduro, etc., saben que la ONU y la OEA son inanes, más cuando tienen a Putin y Xi Jinping, respaldándolos. Representantes a la Cámara y senadores sacarán buen provecho en el trámite del juicio político (el cual también apoyo), pero al final terminará en dilaciones. ¿Por qué invito a la conformación de un Frente Único Patriótico y Democrático para elegir el candidato presidencial de 2026 en consulta popular abierta? Pues para que todas la vertientes patrióticas y democráticas de derecha, centro derecha, centro y centro izquierda postulen su candidato y se elija de allí un único candidato que nos represente. Que aprovechemos esa oportunidad para elegir representantes y senadores que defiendan los principios y valores de la democracia liberal, sus instituciones y su Estado de Derecho. La convocatoria debe ser amplia. Petro, que encarna el engaño de la oligarquía pseudo revolucionaria mamerto castrochavista, sabe que allí tiene el apoyo de todos los que se han aglutinado contra latrocinios de la oligarquía vendepatria liberal conservadora tras más de 200 años de independencia o vida republicana en el poder.

¿Aparecerá en marzo, mayo y junio de 2026 un candidato que en su programa de gobierno quite de raíz los privilegios? ¿Será la oportunidad para decirle no al que ponga Uribe y no al que diga Petro? ¿Habrá alguien que prosiga la búsqueda de la paz y la reconciliación, pero sin curules regaladas a Cámara y Senado? ¿Aparecerá un candidato que sea contundente en explicar que los indígenas no están por encima de la Constitución y la ley?, ¿que el orden y la seguridad no es de derecha ni de izquierda, sino una necesidad sentida de cada uno de los colombianos?

Jorge Enrique Cubillos Caicedo, magíster en Estudios Políticos.

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