Dora Franco de Mejía
Señor director:
Una gran mujer orgullo de la colonia de Pensilvania, esposa del gran empresario Don Héctor Mejía.
Al lado de él tuvo un extraordinario poder no sólo económico sino social y cristiano.
Fue como la mujer de la Biblia en el libro de los Proverbios, el cual nos habla de la mujer perfecta.
“Ella vale mucho más que las perlas, confía en el corazón de su marido y no cesa de tener ganancia”, nos dice el libro sagrado.
¿Quién va a dudar que todo esto fue Doña Dora Franco de Mejía?
Se procura el bien y nunca el mal todos los días de su vida, la mano al indigente y esto sí que fue con el necesitado, como todos los sabemos.
Dios la tenga en su gloria gozando de su presencia por los siglos de los siglos. Para su señor esposo, hijos y familiares nuestro sentido pésame.
Ernesto Quintero Gil
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