Lluvia de lectura en Confa
Señor director:
En esta época de temperaturas caniculares, cuando se distrae el confort y el bienestar, aparece en el horizonte de la cultura una lluvia intempestiva de actividades que de repente refrescan el medio ambiente y ponen una nota de rocío en el desierto. Es la cultura, manifestada en todas sus expresiones, un oasis para descansar y saborear el néctar maravilloso de la creatividad estimulando la sensibilidad de quienes, por suerte, aprecian estas bellas expresiones que le dan sabor a la vida y a la vez ayudan a prorrogar nuestra estadía en este idílico planeta.
Hay personas que dedican parte de su vida a producir belleza a través de sus dones particulares, entretejiendo redes con sus aptitudes y destrezas particulares y, cómo es de estimulante compartir con personas, que aunque pocas, valoran las manifestaciones intangibles de la inteligencia. Es de reconocer que existen, aunque escasos, los activistas, gestores y animadores de las actividades culturales explorando y haciendo con la fuerza de la energía de su liderazgo lo que no realizan los entes creados para tal fin.
XIII Encuentro Nacional de Escritores Bernardo Arias Trujillo, un proyecto que nació en Manzanares, cuna de escritores, artistas e intelectuales que han cruzado los mares llevando cultura como máxima expresión de mensajes que eternizan a los pueblos en las páginas de la historia. En el recinto de Confa, el pasado 29 de enero, un grupo de amantes de la cultura nos reunimos para abrir el telón de la belleza con versos y acordes musicales acompañados del calor humano de los participantes y un público ávido de beber el néctar sagrado que producen las colmenas de la sabiduría artística de sus ejecutores.
No es fácil magnificar a unos y minusvalidar a otros cuando se trata de valorar sus expresiones particulares, ya que todos tienen sus méritos y todos deben ser reconocidos no por su impacto social, sino por el solo hecho de atreverse a participar y competir con lo mejor de su repertorio. Loor a los participantes que sin reservas y con la grandeza de espíritu, se entregan generosamente y sin medida en el escenario con sus talentos para impregnar el ambiente tan árido de cultura diciéndole al mundo que aunque somos pocos, el mundo de la belleza, aún sigue vivo.
A Dolli Montes, Franciso Henao y Jaime Ossa, paladines incansables, espadachines infatigables, que la fuerza del liderazgo y la tenacidad les acompañe siempre. A quienes con mucha maestría fueron deshojando los pétalos personificados en versos con un toque de artistas de la palabra, darles un fortísimo abrazo y felicitarlos por su hermosa labor de sembrar rosas en el jardín de la aridez, cada uno con su estilo lanzando al aire la grandeza de la palabra como patrimonio social.
Algunos ya somos decanos como Fabio Ramírez Ramírez, Miguel Orozco Ramírez, Elceario de J. Arias Aristizábal , Francisco A. Henao Carmona, Dolli Montes Tangarife y otros que vienen a engalanar el ramillete de participantes, entre ellos: José Miguel
Alzate, Angel María Ocampo, Teresa Gonzales, María Doralba Arias Orozco, Olga Osorio, Maria Ligia Acevedo, Darío Herrera Valencia. No te mueras sin escuchar el dulce canto de mis versos, no te mueras sin vivir la expresión angelical de mi lira en el desierto.
Elceario de J. Arias Aristizábal