Piden carril exclusivo para peaje electrónico
Señor director:
No tiene ningún sentido tener dispositivo para los peajes electrónicos si en el de San Bernardo del Viento, en Manizales, no hay carril exclusivo como existe en otros de la Concesión, teniendo que hacer colas. Fuera de eso, cobran 200 pesos más por el pago electrónico. Si es porque solo cuentan con 2 casetas, cuando haya demasiado tráfico habiliten una de las de sentido contrario para los demás vehículos y dejen una para el pago electrónico.
Jorge Mejía A.
Adicionalmente
Señor director:
Este adverbio pasó a ser un comodín más, por obra y gracia de quienes hablan por los medios de comunicación social; lo convirtieron casi en una muletilla. Antes decíamos “además, fuera de, también”, etc.
Atentamente,
Oidor
La ridiculez de la manzana de Adán y Eva
Señor director:
En teología cristiana, el consumo de la fruta del árbol del conocimiento del bien y del mal fue el pecado original cometido por Eva y posteriormente por Adán, conocido como la caída del hombre. La narración del Génesis sitúa al primer hombre y a la mujer, Adán y Eva, en el jardín del Edén, donde pueden comer el fruto de muchos árboles, pero Dios les prohíbe comer del árbol del conocimiento del bien y del mal.
La Iglesia Católica siempre ha señalado que Adán y Eva transmitieron a su descendencia la naturaleza humana herida por su primer pecado, privada por tanto de la santidad y la justicia originales y que por ello llegaron la muerte y las enfermedades. El pecado original, también llamado pecado ancestral, es una doctrina cristiana del estado de pecado en el cual se halla la humanidad cautiva como consecuencia de la caída del hombre, originado por consumir un fruto. Aún sigue preguntando la Iglesia Católica enredando a la humanidad el cuento de que la culebra hizo comer del fruto prohibido a Adán y Eva.
El tal fruto fue haber tenido relaciones sexuales, y obviamente así tendría que ser para poderse multiplicar la especie humana, por ello el hombre y la mujer tienen los órganos de reproducción como los animales. Creer en Dios como creador del Universo no riñe jamás con la certeza que nosotros surgimos de la evolución natural. Le doy el ciento por ciento de credibilidad a la teoría de Charles Darwin.
Los hominoideos florecieron en el Mioceno. Nuestro antepasado más antiguo, Australopithecus ramidus, apareció entre cinco y siete millones de años atrás en África, y marca la separación de nuestro linaje del de los chimpancés.
Respeto el concepto de cada individuo, pero eso de que el hombre fue hecho de barro con un soplo divino y la mujer de una costilla que Dios le sacó al hombre es más un cuento de ficción inverosímil, cursi, situándola en posición de inferioridad como era en Roma. No podía existir una forma diferente de poblar la tierra tal como la mayoría de los animales y por ser de carne y hueso tenemos que soportar las plagas y esperar el óbito.
Álvaro Alzate Ussma