Territorios ocupados
Señor director:

Desde el pasado 7 de octubre, cuando el grupo terrorista de resistencia palestina Hamás atacó salvajemente a Israel, el periódico de casa ha venido publicando amablemente mis notas sobre esa malhadada guerra y su teatro de operaciones. Pero falta aclarar, o por lo menos explicar sucintamente, el concepto que sale con frecuencia en los despachos internacionales de prensa: TERRITORIOS OCUPADOS.
Comencemos por decir -y esto me lo hizo saber o recordar el doctor Carlos Alberto Gómez Álvarez, compañero de bachillerato- que el nombre de Palestina no se usaba en la época de Jesús de Nazaret; en ese tiempo se hablaba de Galilea (la región del norte), Samaria (la del centro) y Judea (la del sur). La denominación “Palestina” se generalizó apenas cuando los romanos sofocaron y aplastaron la sublevación judía en los siglos I y II, y organizaron la provincia de Siria-Palestina. El nombre de Palestina se deriva de filistim, vocablo hebreo que se traduce por filisteos, los “pueblos del mar” que se apoderaron de la Shefelá, la llanura de la costa mediterránea de la naciente Tierra Santa y que constituyeron una “pentápolis”, federación de cinco ciudades costeras, a saber: Asdod (Ashdod), Ascalón (Ashkelón), Azoto, Ecrón o Acarón, y Gat o GAZA. Los filisteos fueron el dolor de cabeza de los israelitas en el período de los Jueces (el famoso Sansón, de fuerza descomunal), de Saúl y del rey David, quien los sometió bajo su cetro. 
“Desde Dan (extremo norte) hasta Beersheba (extremo sur), y desde el gran río (Eufrates, al oriente) hasta el mar grande (Mediterráneo, al occidente)”: así habla el Antiguo Testamento al señalar los límites de la Tierra Prometida por Dios a los hebreos. Pero, en plata blanca, la proverbial y tradicional Palestina, no “la Colina Iluminada” del departamento de Caldas sino la Palestina bíblica, geográfica e histórica, se extiende desde el mar hasta el río Jordán, y desde el Líbano (no El Líbano, Tolima) hasta Gaza, en las cercanías de la península del Sinaí, y también hasta el golfo de Eilat en el mar Rojo. 
Entonces, puesto que el río Jordán es tan importante en esas tierras desérticas, lo que está al este del río se conoce como Transjordania, y lo que está al oeste como Cisjordania (los prefijos trans y cis tienen origen latino y equivalen “al lado de allá” y “al lado de acá”, respectivamente). En otras palabras, al oriente tenemos el reino árabe de Jordania, y al poniente tenemos a Palestina.
Pero aquí se plantea el problema que nos ocupa. En sentido amplio los Territorios Ocupados abarcan toda la Cisjordania, puesto que están ocupados, de hecho (militarmente) o de derecho, por el Estado judío de Israel. Mas, en sentido estricto, los Territorios Ocupados comprenden aquellas zonas de Cisjordania asignadas por la Organización de las Naciones Unidas al pueblo palestino (árabe, musulmán y pobre), pero arrebatadas a la Autoridad Nacional Palestina por el gobierno de Israel, sus Fuerzas de Defensa y colonos judíos.
¿Quiénes hablan de “Territorios Ocupados”? Los palestinos. Para los israelíes, en cambio, esos territorios forman parte de Héretz Yishrael (Tierra o País de Israel). Los israelíes dicen: “Sí, son territorios ocupados, ocupados por nosotros, pues nos los dio Adonai (mi Señor), nos los asignó HaShem (el Nombre), Dios. Y los ganamos a filo de espada, cuando Josué, en la Antigüedad, y los recuperamos con el sudor de nuestra frente y con las armas y el dinero desde el siglo XIX”.
Don Cecilio Rojas

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