David Owen, me puso a pensar
Señor director: 

David Owen, político y médico británico.
David Owen nació en Plympton, Reino Unido, en 1938. Estudió medicina en la Universidad de Cambridge y se convirtió en médico general en 1962. También se involucró en la política y fue elegido miembro del Parlamento en 1964.
Owen fue un miembro destacado del Partido Laborista y ocupó varios cargos ministeriales, incluido el de ministro de Salud y Seguridad Social de 1974 a 1976. En 1977, fue nombrado secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido.
Owen se retiró de la política activa en 1992, pero ha seguido siendo una figura pública activa. Ha escrito varios libros, incluido “En el poder y en la enfermedad”, que examina la relación entre el poder y la salud en los líderes políticos. Espero no confundan su titulo con la sentencia condenatoria “En la salud y en la enfermedad”, que examina la salud de los matrimonios.
En su libro, Owen analiza la relación entre el poder y la enfermedad en los líderes políticos. El hecho de tener que tomar permanente decisiones que afectan a miles de personas, afecta significativamente la salud mental de los mismos y es cuando hacen aparición los problemas de salud y las drogas para calmar los estados de estrés, ansiedad y depresión.
El abuso de las sustancias por los problemas de salud, sostiene Owen, va perfilando una serie de comportamientos que rinen con las reglas que se estilan en el medio, con lo cual van quedando cada vez mas fuera del contexto social. La cosa no para ahí, si se tiene en cuenta el numero de decisiones delicadas que deben tomarse y que muy seguramente, muchas de ellas, serán bajo su efecto.
Los líderes mundiales megalómanos que se creen mesías encajan en esta descripción. A menudo creen que tienen una misión divina y que están destinados a salvar al mundo, como por ejemplo salvar la galaxia del desastre climático con acciones disparatadas que desbarajustan una economía emergente, misma que no representa sino un 0.3% del Pib mundial, mientras los ingresos totales petroleros GNC representan 1,7% del Pib 2022.
Algunos ejemplos de líderes mundiales megalómanos y mesíanicos incluyen:
• Adolf Hitler, quien creía que era el líder elegido de Alemania y que tenía la misión de crear un nuevo orden mundial.
• Joseph Stalin, quien creía que era el líder supremo de la Unión Soviética y que tenía la misión de construir un estado comunista perfecto.
• Mao Zedong, quien creía que era el líder de la revolución china y que tenía la misión de crear una sociedad socialista.
• Kim Jong-un, quien cree que es el líder supremo de Corea del Norte y que tiene la misión de proteger al país del capitalismo.
Estos líderes todos encajan en la descripción de Owen de los líderes megalómanos. Tienen una necesidad patológica de poder y control, creen que están por encima de los demás y son muy carismáticos y manipuladores. También pueden usar su poder para manipular a los demás para que hagan lo que quieren.
En el contexto del libro de Owen, los líderes mundiales megalómanos que se creen mesías son un ejemplo de cómo el poder puede corromper. Pueden usar su poder para perseguir sus propios intereses, incluso si esos intereses son dañinos para los demás, como es buscar a toda costa protagonismo mundial, descuidando por completo la gravísima problemática interna.
Owen sostiene que los líderes políticos megalómanos y con complejos de mesías son una amenaza para la democracia y la paz. El ego les habla tan alto que les impide escuchar a los demás, a quienes en su mayoría gradúa de enemigos por pensar de forma diferente.
¿Y ahora entonces, les pregunto a Uds. mis amigos lectores, que se les viene a la cabeza en esta
circunstancia de modo, tiempo y lugar?
Luis Rubiel Alzate Usma

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