Los caballos de leonor
Señor director:
“La soberbia española humillada por el Almirante Vernon”, esa era la inscripción de las monedas que el Imperio Británico había acuñado para celebrar anticipadamente la supuesta toma de Cartagena de Indias. El altorrelieve de las monedas mostraba al Capitán General de Marina don Blas de Lezo arrodillado ante el oficial naval que comandó la más poderosa flota de guerra que había cruzado el Atlántico. El tiro les salió por la culata a los británicos: el marino vasco, tuerto, manco y sin una de sus piernas dirigió con tal inteligencia y valentía la defensa de la plaza fuerte, que los ingleses y sus adláteres tuvieron que levantar el asedio y retirarse con el rabo entre las piernas.
Eso se me vino a la memoria esta mañana al seguir por televisión los actos protocolarios del juramento que la princesa de España, Leonor, hizo ante las Cortes de su país de cumplir y mantener la Constitución y las leyes del Reino. Pude seguir la transmisión solamente por breves minutos, suficientes para darme cuenta de lo que a continuación se leerá.
El hemiciclo del Congreso de los Diputados, más elegante que el de la Cámara de los Comunes; el Palacio Real, La Zarzuela, más hermoso que Buckingham Palace, los Rolls Royce (ingleses al fin y al cabo), casi tan espectaculares como la carroza de Isabel II de Inglaterra; los uniformes de los militares españoles, por lo menos tan vistosos (si no más) como los de los del Reino Unido. En fin…
¡Los caballos andaluces de la Guardia Real! Muy superiores en belleza a los corceles del rey Carlos III Windsor: P.R.E., Pura Raza Española, barrocos, de cuello arqueado y abundante crin y cola. De trote acompasado y carácter noble, perfectamente adiestrados. Un tordo en fase oscura, muchos en fase blanca, algunos negros, otros, pocos, castaños, y otros, pocos también, alazanes. Y, además de los andaluces, los de tiro: percherones azabaches y bretones de capa más bien clara, estas dos razas de ejemplares grandes, musculados y bien domados. Fue frustración no menor el no haber podido ver y oír todos los actos en este día del cumpleaños número dieciocho de la futura reina. ¡Ah, se me olvidaba! Leonor, bastante más bonita que Su Majestad Británica la reina Camila Parker-Bowles.
“La soberbia española humillada por el Almirante Vernon”…
Don Cecilio Rojas
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