Manizales ciudad paisaje
Señor director: 

Vadeando ríos, franqueando bosques, escalando cerros, desafiando abi mos, soportando páramos, un grupo de mujeres y de hombres, de coraje sin par y valentía, van persiguiendo sin cesar sus sueños, mientras siembran semillas de osadía y plantan pueblos bellos en cada serranía.
Haremos una pausa en el camino, se decían, cuando la tarde se apague lentamente y la noche nos haga compañía.
Recorren sin descanso los senderos de quimbayas, ansermas y zopías, de pícaras, páucuras, carrapas y de armas, mientras late su corazón con energía y esperan la mañana venidera, para emprender la nueva travesía.
De repente en las cumbres de los Andes encuentran un milagro de luz, de ensueño y poesía:
Un balcón para otear paisajes, para vivir un nuevo atardecer en cada día, para sentir que el corazón allí descansa, para cantarle un bambuco desde el alma, a la luna verde azul que allí dormía, para dejarse hipnotizar por un nevado que, de oro, rosa y plata, se vestía, mientras el sol se apaga suavemente y se inclina sobre el Ruiz con gallardía para besar y darle un “buenas noches” a la luna que en las noches la nieve platearía.
Algunos se quedaron para siempre, embrujados por ese mágico lugar de fantasía, de horizontes sin fin y brisas suaves, tierra de hadas, quimeras y utopías, fundando entonces la ciudad paisaje, la de olor a café y a orquídeas lila, la de una raza noble y corazón valiente, que lleva en sus venas alegría, que abre sus puertas sin par a quienes llegan y les brinda calor y bienvenida.
Manizales, la ciudad paisaje, la de olor a café y a orquídeas lila.
Mario Gallegos Hencker


¿Por qué no existe un día en el santoral católico para la santa Laura Montoya?
Señor director: 

La única santa colombiana católica, Laura Montoya Upegui, aún no tiene un día festivo en el santoral. Jericó mayo 26 1874; Medellín octubre 21 1949. Fue una monja docente antioqueña al servicio de la evangelización de los indígenas, beatificada por Juan Pablo II y canonizada por el papa Francisco el 12 de mayo del 2013. La razón: milagro obtenido al médico anestesiólogo Carlos Eduardo Restrepo Garcés, curado de poliomielitis enfermedad que padecía desde los 12 años. Así, como cada 1 de noviembre se conmemora el Día de Todos los Santos -por cierto importados- la iglesia colombiana debería adjudicar un día a la santa Laura, como homenaje a una misionera perseguida no solo por los civiles de su época sino también por los mismos religiosos.
Helena Manrique Romero

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