Recordando a Nicolás
Señor director:

Viernes, noviembre 3/23. Me levanté pensando en la misa de 2:00 p.m. en la Catedral; en portería reclamé “La Patria”, un titular me dio el de esta crónica nostálgica. Nicolás fue mi alumno de religión cuando tenía 13, 14, 15, 16 años. Le enseñé aspectos de la Biblia, Iglesia, sacramentos, doctrina social eclesial, espiritualidad ignaciana, proyecto de vida. En mi mente lo veo sentado en un pupitre en la parte de atrás contra la pared, respetuoso y en silencio. De seguro tuvimos las normales relaciones de exigencia y rebeldía, propias del maestro-alumno. 
Recuerdo un hecho con un alumno familiar de Nicolás, en el que intervino su familia. Perdió religión en 2.8 y con otras 2 el año. Me di cuenta. Le propuse al director académico jesuita subir esa nota a 3, pues no veía justo así repetir el año. No lo permitió. Hablaron con el rector y él les dijo que había perdido una materia importante del pénsum. Quedé aburrido. Pasaron los años. Como director académico del colegio, en el 2000, hablé con Nicolás para editar en “La Patria” el anuario Gonzaga. Así fue. Lo compruebo en 2001- 2005. En el del 2001 hay una valiosa foto en la que aparecen el presidente de Colombia Andrés Pastrana; Isabel Mejía de Vélez, la Caldense del Año y su hija Mariana, estudiante Gonzaga, y Nicolás Restrepo. Y qué frase: “primero tenemos que graduarnos como seres humanos”. El anuario 2004 fue muy especial por los 50 años del colegio. Nicolás recibió la Cruz Gonzaga de Oro junto con el gobernador, alcalde, provincial, presidente de Aso Gonzaga, vicario diocesano. Ese año me entrevisté con Nicolás con el fin de publicar en “La Patria” un listado de exalumnos Gonzaga con desempeño excelente. Hablamos de uno en especial que presentaba un modo de ser no convencional. Estuvimos de acuerdo en no hacer ningún tipo de discriminación y respetar a cada quien en su valor humano.
En 2017, un columnista escribió sobre la visita del Papa a Colombia y lo hizo en forma despectiva. No aguanté. Le respondí. Y para ello hablé con Nicolás, quien me dijo: “Bien pueda me envía el escrito. Y escriba que aquí le publico”. Llevo unos 180 artículos. Y conté mis correos con Nicolás por esta razón: unos 145. En 2021 compartimos en el colegio y en termales El Otoño la celebración 40 años, promoción Gonzaga 1981. Al iniciar la misa, Nicolás pasó por mi lado, me dio la mano y dijo: hoy sale su escrito. En 2022, el colegio me pidió el favor de contactar a Nicolás para el evento artístico de “Conectarte” y ahí supe la noticia.
En mayo 28 le escribí a Nicolás: “He sentido deseos de llamarte para desearte la mejor energía interior que te lleve a afrontar y salir avante en tu actual situación, si es cierta la que me llegó sin querer. Creo que cada quien cuenta con esa fuerza interior que podemos actualizar cuando hay dificultades en la vida. Soy practicante diario del “código de curación” que te recomiendo. Estoy seguro, sin despreciar la medicina, que esa energía interior ayuda mucho para salir adelante. Te deseo lo mejor y recuerda que la fe y la oración son medios muy importantes para salir bien. El artículo que te mando, escrito hace 20 días, coincide con este mensaje que te envío. No lo escribí por ti. “Para que a mí”. Me respondió: “Gracias Alirio. Entiendo tu mensaje. Me siento bien y tranquilo”. A los días, nos encontramos por San Rafael. Charlamos un poco. Me ratificó que se sentía seguro y tranquilo. Descansa en Paz.
Alirio De Los Ríos Flórez.

Sección
Fecha Publicación - Hora