Líderes Grancolombianos 
Señor director: 
Llegó de Salamina a Bogotá en junio de 1973, al año siguiente comenzó sus estudios de Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad La Gran Colombia, por motivación expresa del exgobernador de Caldas y Representante a la Cámara Germán Mejía Duque, personaje que vinculó más de un centenar de jóvenes del eje cafetero a la UGC en los años 70.
Rosas Londoño, periodista, profesional en comercio exterior, connotado analista político, consultor empresarial, profesor de relaciones internacionales y sociología, cuenta en sus charlas que recibió de igual manera la persuasión del economista Gustavo Pérez Ángel, magistrado Julio César Uribe Acosta, general Oscar Botero Restrepo, jurista César Montoya Ocampo, para realizar estudios en la UGC con el convincente argumento, ”los profesores de la prestigiosa Universidad Nacional en el día, son los docentes en la noche de La Gran Colombia”.
Un comentario de Marino Jaramillo Echeverri, reconocido abogado, catedrático, político, escritor, embajador de Colombia en Paraguay, Bulgaria, Checoslovaquia y Presidente de las delegaciones a las Asambleas de la Organización de las Naciones Unidas (UNESCO), en su columna del periódico La Patria, Rectores Grancolombianos, “nos dio el impulso final para matricularnos en la Gran Colombia. Fue mi profesor en la U. de Ideas Políticas y Derecho Público”.
“Sumado a lo anterior, la ubicación de la Contraloría General de la República donde prestaba mis servicios como revisor fiscal ante el Instituto Colombiano de Comercio Exterior, en la carrera 7 con calle 16, dirección cerca de la U”.
En diferentes escenarios le preguntan: ¿Por qué ingresó a la Universidad La Gran Colombia? Su respuesta es contundente, “Desde su fundación ha entregado a la Nación excelentes profesionales, distinguidos en la vida pública y privada. La escogí por la formación estructural al servicio de la sociedad, el ejercicio ético y la proyección de sus egresados, razón válida para tener los mejores jueces, fiscales, procuradores, magistrados y exponentes de los derechos humanos “.
Y agrega, “Recuerdo las cátedras estructuradas de los connotados académicos de la Facultad en las calendas de los 70, Mario Aramburo Restrepo, Eduardo Kronfly Kronfly, Esteban Juan Bendeck Olivella, Julio César Uribe Acosta, Alberto Domínguez Parra”.  El decano e internacionalista de la Facultad, Kronfly, se caracterizaba por defender la libertad de Palestina, Siria, Egipto e Irak. Un jurista libre y eterno.
Viene a su cabeza el docente Mario Aramburo Restrepo, gobernador de Antioquia y procurador general de la nación quien, “Hacia reminiscencia en las aulas de la UGC de su expulsión de la Universidad de Antioquia, junto a Gerardo Molina y los ´Pachos´ Barrera y Monsalve, por el decano Miguel Moreno Jaramillo, negados a presentar un examen de criminología”.
Tiene presente del profesor Esteban Juan Bendeck Olivella, excelente penalista y constitucionalista, que, “Al iniciar la clase, traía en mientes a Villanueva, su pueblo natal en La Guajira y la sangre palestina que corría por sus venas, los estudios de bachillerato en el Liceo Celedón de Santa Marta en 1953 y las pláticas de muchacho con Rafael Escalona y Jaime Molina”. Orgulloso afirmaba ”De la Universidad Nacional en Bogotá a la Universidad Degli Studi di Roma, de allí a la Université de París y aquí me tienen dictando clase a orillas del rio San Francisco en La Gran Colombia”.
Rosas Londoño evoca a su mentor Julio César Uribe Acosta, Magistrado del Consejo de Estado y en el cuaderno de apuntes de la época tiene escrito uno de los planteamientos reiterativos del maestro: “En el campo del Derecho y en especial del Derecho Judicial, la labor de interpretación del juez no podía limitarse a la simple búsqueda y aplicación del texto legal conveniente al caso controvertido, sino que por el contrario, el humanismo que debe acompañar el espíritu del jurista, lo obliga a tener en cuenta en su razonamiento lógico de tallador, factores de naturaleza axiológica y criterios de justicia no siempre claramente presentes en el texto de la norma positiva”. Y agrega “en sus clases nos entregaba el periódico ´El Integrador Andino´ dirigido por Usted, Gerney, y nos ponía de lectura los artículos de Luis Carlos Sáchica Aponte y José Joaquín Caicedo Perdomo sobre Derecho de Integración y supranacionalidad”.     
Por su fundamentación filosófica, disposición conciliadora, análisis crítico, capacidad de investigación, agente activo en los procesos políticos, candidato a la gobernación de Caldas y alcaldía de Manizales, experto en política de negociación y cultura de paz, y destacado catedrático, la Comisión Segunda del Senado de la República le otorgó la condecoración “Orden Mérito de la Democracia” el 11 de diciembre de 2013.
Diego Rosas, concejal de Salamina a partir de 1972 elaboró los documentos: Evolución política y jurídica del régimen presidencialista colombiano; Derechos Humanos en la legislación mundial; Córdova emancipador de naciones; Policarpa Salavarrieta Ríos, mujer a seguir; Apertura económica sin rostro humano; Centros de pensamiento, claves del desarrollo; OEA, futuro y realidad.
Difunde por Antioquia y el cuadrante cafetero integrado por Caldas, Quindío, Risaralda y Tolima al héroe mitológico Akademas, con el propósito de impartir ciencia, dialéctica, cultura, artes y así recuperar el conocimiento para promover la formación humanística con referencia a los escritores, artistas e investigadores. Cumple las funciones de coordinador ejecutivo con sedes en Medellín, Manizales, Armenia y Pereira del Centro Andino de Estudios y el Centro de Estudios Miguel Antonio Caro, gestión paralela a la Academia de Historia José María Córdova Muñoz y la Academia Hispanoamericana de Ciencias, Letras e Historia “Miguel de Cervantes Saavedra”.
Gerney Ríos González