Un diagnóstico muy dudoso
Señor director: 

Hoy alzo la voz por todos esos médicos íntegros, por los que quieren lograr sus objetivos por sus propios méritos, por quienes se esfuerzan por darle un trato humano al paciente, por quienes luchan por sus sueños a pesar de los obstáculos y las injusticias del camino. Hoy alzo la voz contra las mafias de las especialidades médicas en Colombia… y sí, en Manizales, la ciudad culta, también pasa.
Para dar un contexto vago, en Colombia tenemos un déficit de médicos especialistas. Esto lo comprueba cualquiera cuando va a pedir una cita con un especialista en la EPS y la próxima es para dentro de tres meses (si corre con suerte). Resulta que ser especialista en Colombia es todo un camello porque hay poquitas plazas y de las poquitas que hay, la mayoría se obtienen a través de procesos dudosos y poco transparentes.
Para el 2024-1 se ofertaron 29 cupos para las Especializaciones Clínico-Quirúrgicas, incluyendo dos subespecialidades en la Universidad de Caldas. En total serían 31 cupos, pero según la convocatoria “existe una reserva de cupo del año anterior” en dos de las especialidades, ¿por qué? Ahí empezamos a dudar del proceso.
Fueron 558 personas las que presentaron el examen. Cada persona debió pagar un valor de $1.160.000 por la realización de la prueba que duró dos horas (después hablamos de esta mafia).
Para la mayoría de especialidades médicas, este examen correspondía al 60% de la prueba, la hoja de vida al 10% y la entrevista al 30%.
De acuerdo con el puntaje obtenido se seleccionó el triple del cupo máximo aprobado para la apertura de la cohorte de cada especialidad; es decir, si la cohorte tenía aprobado tres cupos, se seleccionaron nueve aspirantes con el mayor puntaje en el examen para calificación de hoja de vida y entrevista.
Dentro de la Convocatoria que hace la Universidad de Caldas a través de su sitio web, la hoja de vida tiene unos requisitos previamente establecidos allí dentro de los cuales se incluye: promedio de notas de pregrado, títulos de postgrado, publicaciones, presentación de póster de investigación y diplomados afines a la salud o educación. Cada uno de estos puntajes tenía una puntuación específica.
Sin embargo, en cuanto a la entrevista no son claros en los criterios a evaluar y es en esta fase en la cual se notan los procesos subjetivos y poco transparentes. Los aspirantes fueron citados a entrevistas en la Sede de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Caldas. Cada una de las personas entrevistadas tuvo 10 minutos para completar esta fase en la que los cuestionaron acerca de sus intereses por la especialidad elegida, sus intereses personales y un poco de experiencia laboral.
En esta etapa eran evaluados por un especialista de su misma aspiración, un psiquiatra y un psicólogo quienes asignaron un puntaje de 0 a 10 a cada aspirante y al final sería sumado para conocer el total del 30% asignado a la fase Entrevista.
Teniendo conocimiento en procesos de selección es imposible determinar en 10 minutos la calidad de un aspirante. Mucho menos es concebible que tres personas se animen a ponerle 10 a la misma persona creándole un puntaje perfecto de 30%. Muy dudoso.
Mi pregunta es, ¿en qué se basan para hacer una valoración cuantitativa a una persona a la que ni siquiera le preguntan sus logros, expectativas y situación actual?, ¿Qué métodos utilizan para hacer tan efectiva una entrevista en la cual conocen a una persona a profundidad y saben si va a servir para ser especialista en X o Y en solo 10 minutos?, es desconcertante ver que los mejores puntajes en el examen obtienen las peores notas en la entrevista, mientras que los peores resultados en el examen obtienen las mejores calificaciones en la entrevista, ¿casualidad o coincidencia? Y para ponerle la cereza a este pastel que nos deja con muchas dudas, la Convocatoria a estas especialidades Médico-quirúrgicas dice: “No aplica reclamación sobre la entrevista ni prueba psicotécnica”. ¡VAYA SORPRESA! ¿Por qué? Porque no tienen cómo justificar que una entrevista se
haga en 10 minutos y que existan factores objetivos para la evaluación en esta etapa.
El posible diagnóstico de la Universidad de Caldas es que está sumergida en la corrupción, una pandemia que no hemos podido superar.
“Picky”

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