Derechos fundamentales
Señor director:
¿Dónde tienen las entendederas no pocos comunicadores, abogados, profesores universitarios, jueces y hasta magistrados? Habrá que decirles lo que le dijeron en cierta ocasión a Don Quijote: “Vuestra merced debe de tener vacíos los aposentos de la cabeza”.
Lo anterior viene al caso porque DERECHO FUNDAMENTAL es el que sirve de base, de cimiento, de raíz, de fuente, de fundamento de otros derechos. Por ejemplo, el derecho a la vida es un derecho fundamental porque es el apoyo de los demás derechos; para ejercerlos, uno tiene que estar vivo, vivito y coliando, aliviadito y de buen comer.
¿De cuándo acá el aborto es derecho fundamental? En gracia de discusión digamos que es un derecho, porque la ley lo reconoce en determinadas condiciones. Pero el FUNDAMENTAL es el derecho del “nascituro”, del que va a nacer, al nacimiento y a la vida.
El mundo al revés, el extraño mundo de Subuso. A este llanito nos han traído el ateísmo, la masonería y el dios de este mundo, el poderoso caballero Don Dinero.
Atentamente,
Observador católico
Oncólogos del Occidente, también con avances científicos
Señor director:
Como médico Radiooncólogo, me es grato felicitar al Hospital de Caldas (SES), y en especial al servicio de radioterapia oncológica, en cabeza del Doctor Ernesto Munive, por la realización de su primera radiocirugía cerebral, procedimiento de gran precisión tecnológica y de gran utilidad para pacientes que presentan enfermedad mínimamente metastásica y otras condiciones patológicas (malignas y benignas) susceptibles de ser tratadas con este método.
Es necesario aclarar que Óncólogos del Occidente realizó la primera radiocirugía cerebral del Eje Cafetero hace 4 años, y que en la casuística ya contamos con 34 casos, no solo en cerebro, sino también en pulmón, en vértebras, en hígado y en malformaciones vasculares cerebrales.
Tener la posibilidad de realizar dicho procedimiento en nuestra ciudad beneficia no solo al paciente y su entorno, sino a las empresas aseguradoras que anteriormente tenían que enviar esos pacientes a otras ciudades.
Cordialmente:
Hernán Darío Salazar Piedrahíta
Médico radiooncólogo.