Himno al continente americano
Señor director:
Cuando el horizonte encubierto está
en lejanas tierras, de fatalidad,
entonemos juntos, con gran devoción,
a la tierra amada un himno de amor.
¡Dios salve a América, tierra de paz,
y en sus campos florezcan las guirnaldas de fraternidad;
y que siempre en su cielo brille el sol de libertad!
¡Dios salve a América, tierra de paz!
Notas
1- Nunca supe el nombre del poeta ni el nombre del compositor de la música. Lo cantábamos en la enseñanza primaria.
2- No recuerdo si el himno tiene otra u otras estrofas. Ni siquiera estoy seguro de si son estrofas de cuatro versos o de dos.
3- Es muy apropiado para el Doce de Octubre, aniversario del Descubrimiento (Encuentro de culturas).
Ojo a esto: “Una sola debe ser la patria de todos los americanos. América así unida, si el Cielo nos concede este deseado voto, podrá ser llamada la reina de las naciones y la madre de las repúblicas”, escribió el Libertador Simón Bolívar en 1813 (¿Carta de Jamaica?)
Reconstruyó el padre Jaime Pinzón M.
¡Ojo con el eclipse!
Señor director:
Los medios de comunicación vienen anunciando y hasta promocionando el próximo eclipse anular de Sol; así generan expectativas de espectacularidad más intensas de las que pueda proporcionar el evento. Esto es frecuente cuando divulgan la llegada de un cometa, de asteroides potencialmente “asesinos”, de ovnis extraterrestres y otros fenómenos celestes, como si el firmamento diario, por sí mismo, no fuera el mayor espectáculo de nuestras vidas. El eclipse, que será visible en esta región (en un 90%) mañana entre las 12:00 m. y las 3:00 p.m., merece especial atención y cuidado. Durante ese lapso, la Luna comenzará a cubrir el Sol y hacia la 1:35 p.m. estará sobre él, sin taparlo por completo y dejando ver un precioso anillo luminoso. El riesgo de sobredimensionar este evento radica en que muchas personas querrán observar en vivo y en directo el avance del eclipse, lanzando miradas hacia el Sol a ver cuándo aparece el anillo, o seguirán el trayecto empleando vidrios ahumados, placas radiográficas o “lentes para eclipses”... que ya estarán fabricando los avivatos expertos en explotar la ingenuidad o la tontería humana. Nada más dañino. Las radiaciones solares, además de darnos vida, calor, colores, fotosíntesis, incluyen potentes rayos de altísima frecuencia y energía (X y gamma) los cuales, literalmente, pueden cocinar nuestra frágil retina, si se expone durante varios segundos a la luz directa de Sol, en especial la del mediodía. El único medio protector seguro para observar la trayectoria de la Luna mientras avanza sobre el Sol, serán las gafas de soldador o lentes-filtros certificados por la NASA o la AAA, que detienen el 99,9% de las radiaciones dañinas. Aunque también podemos seguir el evento proyectándolo sobre una hoja de papel, así: con un objeto punzante, redondo, hacemos un pequeño círculo con bordes precisos sobre un trocito de cartulina, y proyectamos la luz solar que pasa por el círculo sobre una hoja de papel; el avance progresivo de la media luna irá apareciendo.
Cuando hacia la 1:35 p.m. se forme el anillo brillante, quizás no aguanten el deseo de mirar hacia arriba, como para tener el recuerdo; entonces podrían darle un vistazo con un filtro solar o gafas especiales y sólo por breves instantes, porque difícil saber si son de buena calidad. Pero si algún escéptico o entusiasta de eclipses decide mirar directamente al Sol, aunque esté casi todo cubierto por la Luna, ¡más le vale que empiece a estudiar Braille!
Luis E. García