Una lágrima por la paz
Señor director:
¡ Còmo lloran nuestros ojos cuando vemos las imágenes de personas que en actos de locura humana y por efecto de la violencia, han perdido a su familia, a sus allegados, a sus parientes, a sus seres queridos, a sus vecinos por culpa de unos salvajes con figura humana¡
¡ Còmo lloran nuestros ojos lagrimas de dolor, salidas de las entrañas de seres humanos que han tenido que sufrir la fuerza de la maldad empotrada en personalidades con patologías proclives sin sentir, ni experimentar la angustia de quienes sufren por las acciones demenciales de quienes parecen solazarse con el sufrimiento “ ajeno”¡
¡ Como duele ver huérfanos y viudas llorando al pie de un ataùd acompañados de profunda tristeza, desolación, incertidumbre , pesadumbre y oscuro panorama para continuar viviendo sin la luz de un padre, de un esposo, de un ser querido¡
¡Còmo duele que en un país tan rico en todo, haya seres humanos cuya herramienta para enderezar nuestra torcida democracia, sea eliminando a quienes piensan de una manera diferente contradiciendo los principios bàsicos de igualdad y libre pensamiento y no respetando el sagrado derecho a disentir¡
¡Còmo duele que las ansias de poder lleguen a ser tan irracionales que obnubilen los principios de la ètica y la moral ¡
¿Còmo entender que los seres humanos, la màxima expresión de la naturaleza, tengan tan aviesos procedimientos desbordados de agresividad capaces de extinguir valores tan valiosos y profundos como lo son la vida y la grandeza humana que debieran estar rodeados de paz y amor ?
¡Duele que las armas, que no debieran existir en un mundo superiormente evolucionado, produzcan tanto daño llegando a segar la vida de seres humanos con sueños, con familia, con anhelos, con vocaciòn de vivir, con ansias de futuro en pro de unos ideales que resultan mìnimos ante la grandeza de la vida¡
¡Duele que una sociedad que se rige por principios religiosos tan acendrados, predominen la violencia sobre la paz, el odio sobre el amor, lo temporal sobre lo trascendente, el caos sobre el orden, la muerte sobre la vida, la obscuridad sobre la luz, y seamos presa de tanta injusticia, inequidad y desequilibrio social ¡
Dice el poeta :
¿Cuàndo será
que en el azul del cielo
florezcan rosas de amor,
espigas de abundancia
castillos de felicidad,
catedrales de justicia¡
¿ Cuándo será
que ríos de miel
corran por los caminos
de la familia colombiana
y no ríos de sangre
sembrando desolación
y tristeza ?
¿ Cuándo será
que la simbólica paloma de la paz
deposite su emblemàtico ramo de olivo
sobre la epidermis arrugada y lesa
de una Colombia desvencijada y triste ?
Elceario de J. Arias Aristizàbal
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