El bulevar de la 48
Señor Director
Me parece a mí, que por primera vez, aquí en Manizales podemos ver un muy buen resultado con el manejo del espacio urbano. Logra estar de acuerdo con la topografía, el clima, el equipamiento urbano, adecuado uso de los materiales y la vegetación.
Permite también, la eventual circulación de automóviles, peatones y bicicletas, lo cual no siempre se logra.
A los propietarios favorecidos, situados al costado occidental del bulevar, les recomendaría ir pensando en la adecuación de unos locales con destinos varios, como restaurantes de comidas rápidas, cafeterías y/o artesanías de la región; con lo cual se fortalecería la vida y se incrementaría el uso de dicho bulevar.
El remate de la Avenida Paralela contra el SES Hospital Universitario de Caldas quedó muy bien y le dio un buen punto de vista y uso, de los cuales adolece a lo largo de toda la Avenida.
Ojalá la ciudad pudiera contar con muchos espacios urbanos como este, así se demore en su realización.
Eduardo Londoño Arango
El manual equivocado
Señor director:
El presidente de Estados Unidos, el Secretario de Estado y el de Defensa resolvieron enviar bombas de racimo a Ucrania, dizque para que este país gane la guerra que sostiene contra Rusia. Como dijo (hablando de otro asunto) el Canciller Leyva, lo que hay que ganar es la paz.
Esas altas autoridades de USA seguramente leyeron bien el tratado El Príncipe, de Nicolás Maquiavelo, y aprendieron que el fin justifica los medios. Han debido leer el libro “Ética y política”, del filósofo español José Luis L. Aranguren, para entender que la política ha de supeditarse siempre a la moral. Nunca es lícito hacer directamente el mal, ni como fin ni como medio.
El papa Francisco, al mes de iniciarse la invasión rusa, dijo que buena parte de la culpa la tienen los países de la OTAN, que son como perros rabiosos que ladran a las puertas de Moscú. Ahora la OTAN porfía en que Ucrania se integre a la Alianza Atlántica, lo cual equivale a someter a toda la humanidad al riesgo inminente de una hecatombe nuclear.
Rusia, con ese Putin a la cabeza, es la agresora, pero necesita seguridad: no puede tolerar que los occidentales instalen armas ofensivas en los territorios limítrofes de esa gran nación que fue todo un imperio y que merece respeto, que es un pueblo de alta y antigua cultura y que es gente de tradición cristiana.
Atentamente,
Observador católico