Río Magdalena, autopista fluvial del futuro
 Señor director:

El Magdalena no se queda atrás de las expectativas del transporte de integración global. La Corporación Yuma trabaja en varios frentes para adecuar la mayor arteria fluvial de Colombia a la articulación del transporte carretero, férreo, marítimo y fluvial. Cormagdalena cuenta con un sistema satelital en convenio con la Universidad del Norte, que permite llevar carga en la noche en partes más profundas con el ahorro del 33 por ciento de tiempo.
Los puertos a lo largo de la vía fluvial, deben recuperarse y vincularse a la red nacional de transporte de carga y pasajeros, lo que representará un avance notorio en la proyección de obras de infraestructura. Los apostaderos Capulco en Gamarra, departamento de Cesar; Galán en Barrancabermeja - Santander y Puerto Berrío en Antioquia se adecuan; varios entregados a concesionarios, modalidad con positivos resultados de administración.
El más importante y conocido caudal colombiano, fue protagonista central de la actividad comercial del siglo XIX y eje económico del país que comenzaba su apertura, crecimiento industrial y demográfico. Estimuló a las comunidades moradores en sus orillas en el largo trayecto de sur a norte. Fue y será polo de progreso de concretarse los programas oficiales para la recuperación de sus trechos navegables en la era de los mercados orbitales.
Es tal la importancia del Magdalena, que, en el campo folclórico de la picaresca política, un eterno candidato de los estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia, Gabriel Antonio Goyeneche, en su programa de candidato presidencial hace varios lustros, incluyó, la pavimentación a lo largo y ancho del tributario del mar Caribe. Y no faltaron los ilusos que le siguieron la corriente al aspirante.
 Algunas cifras reveladoras: Colombia tiene 24 mil kilómetros de ríos; por lo menos 18 mil son navegables y el país ocupa el sexto lugar mundial en longitud aprovechable para operaciones fluviales. El gobierno destinó 2.5 billones de pesos y Cormagdalena, encargada de ejecutar el programa de habilitación del torrente para el comercio y reactivación económica de 130 municipios de sus riberas.
Datos reales: Ecopetrol es la empresa que moviliza carga por el río Magdalena, pero existen otros retos para hacer factible el proyecto recuperador de esas aguas.
Cormagdalena adelantó las gestiones licitatorias con empresas nacionales y extranjeras, experimentadas en dragado y mantenimiento de cauces navegables. El sector privado tomó cartas en el asunto, desempeñando un fundamental rol en la recuperación del río eje. Se sabe de diez solicitudes de concesiones, con inversiones superiores a 500 millones de dólares en los departamentos de Atlántico, Cesar, Santander y Bolívar. Impala, transnacional suiza, adelanta obras de construcción de un puerto multipropósito en Barrancabermeja, considerada a futuro que será líder en transporte de mercancías; se comprometió en la dotación del río Magdalena con equipos de última generación, reforzamiento de infraestructura del movimiento de carga, 150 barcazas y 23 remolcadores. La inversión, 900 millones de dólares.
 Objetivo central de Cormagdalena es la integración total del transporte nacional, carga y viajeros al sistema fluvial del Río Grande. La recuperación navegable favorece con programas técnicos la preservación de recursos renovables y protección ambiental. Colombia a futuro será una potencia fluvial en Indoamérica, con el aprovechamiento no solo del Magdalena, sino de innumerables ríos operativos en su rica geografía. El país apenas moviliza por agua dos millones de toneladas de mercancías anualmente. Recuperada la navegación comercial en el río madre, se calculan en seis mil toneladas- año el flujo movilizado de carga.
 Por los trabajos de dragado y modernización del río Magdalena, la arteria recibirá convoyes de 7 mil 200 toneladas, día y noche desde Barrancabermeja a Barranquilla. Los contratistas de obra deben garantizar en esas aguas una profundidad de 2,10 metros – 7 pies-, a lo largo de 630 kilómetros con un ancho de canal de 52 metros y 900 metros radio de curvatura. En la primera etapa de arranque en Puerto Berrio, Antioquia, la hondura del río permite la movilidad de convoyes de 6 mil toneladas, correspondientes a la carga de 200 tractomulas. En Puerto Salgar, Cundinamarca y La Dorada, Caldas alcanza unos 4,5 pies, permitiendo el tránsito de transportes fluviales de mil toneladas, incluso en veranos intensos.
Gerney Ríos González

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