Un misionero, flashback
Señor director:
El columnista Andrés Hurtado G. con su crónica de enero 26 “Sangrenegra pasó por aquí”, me hizo vivenciar un regreso al pasado que quiero compartir. Escribió: “Uno de los más tristes recuerdos de la violencia en Colombia, sept. 20 1963, fue la masacre realizada por sangrenegra en la finca la ermita de la vereda Totarito de Sta. Isabel (Tolima). El coronel Matallana, en el sitio de la tragedia, prometió matar a sangrenegra y enterrarlo en este lugar. Lo hizo en mayo 1 1964 y lo enterró en la finca de la masacre con una inmensa roca sobre la tumba del bandido. En 1970, el Padre Nelson Trujillo, quien estaba a cargo de la vereda Junín, Venadillo (Tolima), me buscó en el seminario Ibagué para ayudarle en una misión que realizaría en el entorno de Junín. Acepté y viajé al sitio indicado.
Recuerdo que compré el disco “Mediterráneo” de Serrat, y se lo llevé al padre de regalo. En la casa cural lo escuchamos con mucha emoción. Me correspondía viajar cada día a la vereda San Rafael, Sta Isabel (Tolima), realizar la actividad misionera y en la noche regresar a Junín. Una actividad que realicé fue la catequesis para niños-as. Se me ocurrió un día, finalizada la actividad, ofrecer 3 premios (dinero) para los primeros niños que de la casa trajeran una biblia. Salieron corriendo del templo; yo me paré en el atrio a esperar. Pasó 1/2 hora y comenzaron a llegar niños desanimados pues no había biblia en su casa; buscaron en cajones, baúles y nada. Pasada casi 1 hora, apareció en esquina del parque un niño corriendo con el libro en la mano. Llegó muy contento y agitado a presentar el logro de intensa búsqueda que hubo en casa hasta encontrar la biblia en un viejo baúl. Hubo aplausos de sus compañeritos y yo le di el premio prometido. A los 20 minutos, otro niño, también corriendo con la biblia en su mano derecha en alto. 2ª celebración de los participantes. No hubo 3er premio. En hora vespertina realicé una paraliturgia con la participación de familias de la vereda. Les narré lo del concurso bíblico. Sólo había en las casas de la vereda 2 biblias muy refundidas, ya que casi no las hallan. Los invité a adquirir una biblia, colocarla en sitio visible y hacer ojalá diariamente una corta lectura de su contenido.
También hice visita a cada familia. Un breve diálogo con los adultos y niños, si estos estaban bautizados, cómo se sentían, qué dificultades mayores tenían. Agradecían la visita y se comprometían a asistir a la liturgia del templo. Desplazándome por las calles y caminos de la vereda, me encontré con la tumba de sangrenegra, identificada con un sencillo letrero. Me detuve, admirado por semejante encuentro, recordando a uno de los bandidos más sanguinarios de la triste violencia colombiana. No se comprende como el nacer en una misma tierra, compartir una misma cultura, amar la misma bandera, cantar el himno que nos enorgullece, ser vecinos unos de otros, sea obnubilado por unas tristes ideologías políticas que quitan el rojo de nuestra sangre y la tiñen de negro. No más ideologías. Abajo las ideologías. Viva la dignidad humana.
Alirio De Los Ríos Flórez
Sección
Fecha Publicación - Hora