El morro San Cancio
Señor director:
Lo primero es aclarar que es morro y no cerro. Cerro es el Cerro Gualí, cerros son los cerros orientales de Bogotá, prominencias orográficas de gran altura con respecto a la ciudad que se encuentra en sus inmediaciones. El de Manizales es un morro; en Pensilvania (Caldas) tenemos el Piamonte, un morro, y no muy lejos está Morrón; en Riosucio es famoso el Ingrumá, llamado cerro, pero que en realidad es morro. Digo esto porque el diario La Patria, en su edición del 26 de los corrientes, habla del “cerro Sancancio”.
Lo segundo es explicar el porqué del nombre. Juan Cancio, Juan de Kanti o Juan de Kety es un santo de la Iglesia Católica, cuya festividad se celebra el 23 de diciembre de cada año. Por el correo de las brujas, las que volaban desde la cima del morro en el siglo XIX, me enteré de que don Fermín López, “el Moisés de la Montaña”, cuando llegó al pie del morro, dizque abrió el carriel, sacó el almanaque Bristol y leyó que ese día era 23 de diciembre, San Juan Cancio, y bautizó con tal nombre nuestro cerro (perdón, morro) tutelar.
Lo tercero es rescatar que el día de la Santa Cruz, 3 de mayo, y el Viernes Santo, la gente que llega a la cumbre del morro dice que este se denomina Morro Cansancio. Con razón, después de semejante ascenso.
Lo cuarto es opinar que son válidas ambas formas: morro San Cancio o morro Sancancio.
Es muy interesante el artículo que el arquitecto José Wilmar Jaramillo publicó en el periódico de casa en la fecha señalada arriba. Él cita al historiador Albeiro Valencia Llano, quien afirma que don Fermín López fundó a Aranzazu y a Neira; ciertamente el Moisés de la Montaña es el fundador de Salamina y de Santa Rosa de Cabal; que el doctor Albeiro desenrede este asunto.
Por último, decir que el título de Moisés de la Montaña lo ostenta don Fermín porque así como Moisés condujo a los israelitas desde la esclavitud de Egipto hasta la Tierra Prometida, así el señor López condujo a su familia, a sus peones y a mucha gente desde Antioquia (la Montaña) hasta nuestras tierras.
Don Cecilio Rojas