Los inmigrantes
Señor director:
Desde hace varios años y oleada tras oleada llegan a Europa y a Norteamérica miles, decenas de miles, centenas de miles de africanos, asiáticos y latinoamericanos que huyen de la miseria y de la violencia, y se asientan  en busca de trabajo y del billete, para sobrevivir y  medrar.
Los países que los reciben hacen un esfuerzo enorme al acogerlos y sacrifican beneficios y oportunidades para sus propios ciudadanos; además están viendo cómo su cultura y tradiciones se desdibujan y poco a poco van dando lugar a otra forma de civilización e incluso de religión.
Esos países “recipiendarios” últimamente están tomando medidas de contención, medidas radicales y hasta represivas.
Eso es buscar el ahogado río arriba. Lo que tienen que hacer, pero inmediatamente y a escala “macro”, es invertir en los continentes pobres, fomentar allí el empleo, combatir la corrupción y hacer de modo que la gente se quede en su tierra, se aseguren las culturas y permanezcan las razas y etnias. Atacar las causas y raíces, no los efectos. En esa forma ganarían unos y otros
Atentamente,
Don Cecilio Rojas