Así se mueven los ríos en Colombia: Vida, energía y cambio constante

Foto | Agencia UNal Grupo Aéreo del Amazonas | LA PATRIA

La posible desaparición del río Amazonas en territorio colombiano debilitaría su posición geopolítica frente a Perú y Brasil. Para el doctor Germán Vargas Cuervo, “La movilidad del río es su forma de estar vivo”.

En el corazón del relieve colombiano, los ríos no solo serpentean paisajes diversos, sino que también tejen la vida de ecosistemas enteros. Así lo explica el profesor (r) Germán Vargas Cuervo, doctor en Ingeniería, investigador del Departamento de Geografía de la Universidad Nacional de Colombia y autor del libro Geología y Geomorfología de los ríos tropicales de Colombia.

El experto ofrece una visión profunda sobre cómo funcionan los ríos, qué papel juegan los sedimentos, por qué cambian de forma y cuál es la importancia de permitirles su movilidad natural.

“La movilidad de los ríos sostiene su existencia”, afirma Vargas Cuervo. “Las formas que adquieren –abriendo brazos, formando islas, inundando laderas o alejándose de sus bordes– no son movimientos fortuitos, sino mecanismos esenciales para mantenerse vivos”.

Foto | Cortesía Agencia UNal | LA PATRIA

Así se mueven los ríos en Colombia aportando vda, energía y cambio constante a su paso.

Ríos vivos: brazos, islas y biodiversidad

Cuando un río tiene exceso de sedimentos que no puede transportar, se expande sobre su lecho mayor. En este espacio natural que ha formado durante su historia geológica, se abren múltiples brazos, creando formas como las que se observan en los ríos anastomosados o trenzados, como el Guatiquilla, con “miles de brazos”, según el profesor.

Estos procesos no solo modifican el paisaje. También tienen efectos vitales sobre los ecosistemas, especialmente en las llanuras de inundación, donde se forman ciénagas, lagunas y hábitats de gran biodiversidad. Allí, el ciclo de los peces y la flora está estrechamente ligado al comportamiento estacional del río.

“Cerrar un brazo del río artificialmente afecta su dinámica natural. Si el río necesita ese brazo en el futuro y no lo encuentra disponible, puede causar daños más arriba”, advierte Vargas Cuervo.

Cambios de curso: dinámica natural o alteración humana

Muchos habitantes se sorprenden cuando un río cambia de rumbo. Algunos aseguran que “el río se volvió loco”, al verlo más cerca o más lejos de sus viviendas. Pero estos desplazamientos responden a procesos naturales, no al azar.

La forma del lecho, la resistencia de los materiales que componen sus orillas, y la carga de sedimentos son factores clave. “A veces el río se recuesta en un lado por décadas y luego cambia. También profundiza donde el material es menos compacto”, señala el investigador.

La geografía de los ríos colombianos: entre cordilleras y llanuras

Colombia cuenta con una configuración orográfica única: tres cordilleras andinas que se ramifican y crean zonas de transición hacia extensas llanuras como las de la Orinoquía y la Amazonía, así como planicies en la región del Pacífico.

Esta variedad de paisajes marca profundamente el comportamiento de los ríos. En zonas montañosas, los cauces están encañonados y confinados por roca firme, lo que aumenta la pendiente y la energía de los flujos. Por eso, los ríos en cordillera tienen mayor caudal y transportan bloques rocosos de gran tamaño, de hasta cuatro metros cúbicos.

“Los ríos de montaña bajan con fuerza”, explica el profesor. “Al llegar al piedemonte, se abren como una llave liberando chorros múltiples, generando abanicos aluviales con sedimentos más finos”.

Foto | Cortesía Agencia UNal | LA PATRIA

Los ríos están vivos, por ello es clave entender su comportamiento en las diferentes regiones de Colombia

Cuando el río baja: de montaña a planicie

Al descender a las llanuras, la pendiente disminuye y el río pierde energía. Esto da lugar a ríos más sinuosos y meándricos, que se desvían, se bifurcan y modifican su cauce. Es en estas regiones donde los ríos comienzan a depositar sedimentos finos como arenas, limos y arcillas.

Estos sedimentos son esenciales para la filtración y purificación del agua. Vargas Cuervo lo ilustra con un ejemplo doméstico: “Como en un filtro de piscina, las arenas capturan los materiales no deseados. Así, el río se oxigena y mantiene su vitalidad”.

La importancia de entender y respetar los ríos

Comprender la geología, la geomorfología y la hidrología de los ríos tropicales es fundamental para evitar conflictos socioambientales, diseñar infraestructuras resilientes y proteger la biodiversidad.

“Los ríos no son solo canales de agua. Son sistemas vivos que distribuyen energía, sedimentos y vida. Alterar su dinámica sin comprenderla puede traer consecuencias graves”, concluye Germán Vargas Cuervo.

* Esta información se publica con la colaboración de la Agencia de Noticias de la UNAL


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