Nueve meses después del grave accidente sufrido durante la 70.ª Temporada Taurina de Manizales, el banderillero Ricardo Santana habló en una entrevista con el equipo de Clarín Taurino de Cali.

Desde su casa y en proceso de recuperación, el torero narró los momentos más difíciles de su lucha por la vida, su decisión de retirarse y la profunda transformación espiritual que ha vivido desde entonces.

“Estoy contento y agradecido con Dios que me ha dado una segunda oportunidad de vivir”, fueron las primeras palabras de Santana, conmovido al recordar los meses en los que los médicos no daban esperanza alguna.

“El parte médico era muy negativo, estaban esperando que yo falleciera. Se me encadenaron infecciones en los pulmones y el páncreas; el toro me reventó el bazo, pero hubo alguien muy grande en los cielos, mi Señor Jesucristo, y una mujer con una fe enorme: mi esposa”, relató.

El banderillero recordó las noches de dolor y la larga recuperación tras despertar del coma. “Desperté literalmente paralizado. No podía ni hablar, me comunicaba con mi esposa por señas. Fueron días de sufrimiento y de mucha oración”, dijo con voz pausada.

Santana aprovechó el espacio para reflexionar sobre la vida y su profesión: “Hay que valorar cada momento. Nos quejamos por cosas insignificantes. Me retiro en mi mejor momento, toreando con las máximas figuras. Estaba disfrutando cada tarde, aunque con miedo y responsabilidad, pero llegué a ese estado de gracia que tienen los toreros cuando se sienten plenos”.

Sobre el día del percance, el subalterno aseguró que fue una corrida exigente: “Sabíamos que íbamos a la guerra. Me faltó haber saltado el callejón. Fue un exceso de confianza y el toro me estalló contra el burladero. Eso cambió mi vida para siempre”.

Su decisión de retirarse, explicó, no fue solo consecuencia del accidente, sino también de una cirugía cardíaca que le colocó una válvula. “El doctor me dijo que podría volver a torear, pero ya había decidido retirarme. Quería hacerlo por todo lo alto, no en decadencia. No quería que dijeran que Ricardo Santana ya no podía”, expresó.

Uno de los momentos más sobrecogedores de la conversación fue cuando el torero contó una experiencia espiritual que vivió durante su coma: “Tuve tres visiones. El diablo me habló y me ofreció su reino, pero luego vi a mi Señor Jesucristo que me sacó de la tumba. También vi al arcángel San Gabriel, rubio y con una coraza roja, que me pasó una espada y me dijo: ‘Pelea’. En ese momento desperté del coma”.

Visiblemente emocionado, Santana cerró la charla agradecido: “Gracias a mi Dios que me dio la segunda oportunidad de vivir y contarlo. Valoren la vida, porque es corta y hermosa cuando se vive con fe”.

El mundo taurino ha recibido con alegría la recuperación del banderillero caleño, quien hoy se despide de los ruedos, pero no del recuerdo de los aficionados que lo vieron brillar durante más de 25 años de entrega y valor en la arena.

Haga clic aquí y encuentre más información de LA PATRIA.

Síganos en Facebook, Instagram, YouTube, X, Spotify, TikTok y en nuestro canal de WhatsApp, para que reciba noticias de última hora y más contenidos.