Foto | Cortesía | LA PATRIA Su reacción al conocer que lo mandaban a prisión.
LA PATRIA | MANIZALES
-La ha agredido: sí.
-La ha amenazado: sí.
-La ha insultado: sí.
-La ha quitado el celular: sí.
-La ha dicho cómo vestirse: sí.
Estas preguntas se las hicieron a una mujer después de ser violentada por su pareja el pasado domingo en un barrio de Manizales.
Las conclusiones del análisis indican que la joven está en riesgo extremo y hay peligro de que la situación mute a un feminicidio.
Esta conclusión le sirvió al fiscal para argumentar que el tipo es un peligro para la víctima y así convenció al juez de control de garantías de enviar al imputado a la cárcel. "Es la perfecta relación tóxica", anotó el ente acusador.
El señalado tiene al menos 15 anotaciones y en este momento espera juicios por delito sexual y por violencia intrafamiliar (2).
El caso lo conoció la Policía a través de la línea 123, pasada la medianoche del domingo. Víctima y victimario, quienes ajustaban 8 años de convivencia, tenían ahora problemas porque él no quería pagarle un dinero a ella. Se separaron por 15 días, tiempo durante el cual el hombre envió a su abogado de confianza a buscar un acuerdo con la mujer, pero no se logró.
Pese a eso, el sujeto, de 42 años, le pidió el 8 de julio que le alquilara una habitación dentro de su casa. Ella accedió y le abrió de nuevo las puertas, pese a que existía para él una medida de no acercarse.
Mozos
"Estábamos acostados, me preguntó que qué sentía por él, me quedé callada y me dijo que yo tenía cinco mozos. Le respondí que no, que eran 20. Tras eso me pegó un golpe en la boca, me agarró a patadas en el vientre, me tiró contra las paredes, me arrastró de pies y manos por la casa, me intentó asfixiar con una almohada sentándose encima de mí y me escondió el celular", señala la narración de la afectada.
Como pudo, logró asomarse por el balcón y gritarle a una vecina que llamara a la Policía. Los uniformados llegaron y encontraron la grave escena. Aprehendieron al agresor sobre las 12:30 de la madrugada. No quiso que se le informara a nadie de su detención. La pena que le plantearon va de 6 a 14 años, pero se enfrentaría a la más alta por sus antecedentes con el mismo delito. No aceptó cargos.
La ha agredido en otras oportunidades, incluso delante de la mamá, la hermana y la sobrina. A veces, hasta en tres ocasiones por semana, desde el 2016. Lo describieron como alguien que se cree millonario, que es vividor, consumidor de droga y mala paga.
Al imputado lo enviaron a prisión.