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La víctima sufrió lesiones con un machete en el rostro.
Ella está asustada, teme por su suerte y la de sus cuatro hijos. De las amenazas, su agresor pasó a los hechos y con un machete le propinó una lesión en la cara. Se siente desprotegida por las autoridades y no encontró más salida que esconderse en otro municipio.
Hace cinco años conoció en Riosucio a un hombre del que se enamoró, con quien decidió irse a vivir y con quien tuvo a su cuarto hijo. Todo fue color de rosa, pero luego de dos años de convivencia, él empezó a tener problemas con el licor, llegaron las discusiones y los insultos.
Aunque las agresiones no eran físicas, sí eran verbales y psicológicas. La celaba, no podía hablar con ningún hombre porque la tildaba de "perra" y decía que tenía un amante. Ella lo denunció ante la Comisaría y se separaron, pero la buscó, le dijo que iba a cambiar y sería una mejor persona.
Ese cambio de actitud duró poco. La gota que rebosó el vaso fue hace siete meses, cuando el sujeto abrió, al parecer, la llave del gas y amenazar con querer matarlos a todos. Ella reaccionó a tiempo, cerró el suministro y decidió abandonar su hogar. Nuevamente pidió protección y le dieron una orden de alejamiento que no sirvió porque la persecución continuó.
Ahora, su expareja se dedicó a perseguirla, a permanecer al frente del negocio en el que ella trabaja y hasta a dormir en las afueras de la casa de ella. En una ocasión, un amigo la saludó y el presunto maltratador se dedicó a tomarles fotos al otro hombre y al vehículo en que se movilizaba.
En otra ocasión, mientras en un noticiero se denunciaba la muerte de una mujer a quien su exmarido atacó con ácido y le provocó la muerte, este sujeto tomó fotos y se las envió a la denunciante. Le dijo que esto les ocurría a las "perras hijueputas" y le insinuó que así iba a terminar ella.
El pasado 31 de diciembre la llamó desde un número desconocido y le pidió que se vieran. Como ella se negó, esperó que saliera de su casa al otro día cuando se dirigía a trabajar, sacó un machete y le causó una lesión en la cara. Alcanzó a huir, fue al hospital y denunció lo que le ocurrió.
Sin embargo, la víctima siente que las autoridades la abandonaron. Dijo que ayer le solicitaron acudir a la Comisaría, pero antes que protegerla, le ordenaron borrar las publicaciones que hizo contra su atacante. Además, dice que la Fiscalía brilla por su ausencia.
"¿Entonces no puedo expresarme? Este delincuente está esperando para matarme, para dejar a cuatro niños huérfanos. Me dijeron que tenía que quitar las publicaciones porque podría terminar en un proceso judicial", reclamó.
LA PATRIA intentó comunicarse con la comisaria, Jany Katerine Ramirez Botello, para conocer a qué se debió esta orden y qué acciones se han adelantado, pero no respondió las llamadas.
Ordenaron escolta
La afectada contó que se ordenó brindarle protección policial en sus recorridos entre la casa y el trabajo, y debía remitir el documento al comandante de Estación. Sin embargo, su familia optó por sacarla junto con sus hijos de Riosucio y resguardarlos en otro sitio.
Nunca es tarde
1. No existe una fecha límite para denunciar los casos de violencia intrafamiliar o de pareja. Se pueden realizar incluso 20 o 30 años después.
2. En los casos que ha pasado mucho tiempo desde el hecho, lo que prima es la consistencia del relato y una buena entrevista del médico forense.
3. Tener en cuenta testimonios del círculo cercano de la víctima, además presentar pruebas documentales como fotos y archivos.
4. Tener una cadena de custodia con informática forense donde exista una consistencia con los sucesos.
5. Llevar el caso ante las autoridades competentes y buscar ayuda con las diferentes entidades destinadas a brindar ayuda legal y psicológica.
Intento de censura
Riosucio Online denunció que intentaron censurar su contenido tras denunciar la agresión. Un funcionario de la Inspección de Policía le indicó que debía retirar la nota por el daño que le estaba causando al señalado, pese a que ni siquiera dio nombres propios.