Campañas del Gaula.
La recomendación es que si lo contratan para un trabajo, especialmente en zona rural, primero verifique que el supuesto cliente sea real. Esto lo repite una y otra vez el Gaula para que la gente no caiga en la extorsión denominada falso servicio.
El miércoles le pasó a una profesional de Manizales y a una trabajadora suya. Las contrataron para una supuesta toma de muestras de sangre y pruebas Covid en La Cabaña, pero todo era mentira. Una vez allá recibieron llamadas intimidatorias donde el interlocutor se identificó como de disidencias de las Farc y les expresó que las tenía vigiladas y en la mira de francotiradores.
Afortunadamente las señoras decidieron salir del sitio y sus familias no consignaron las sumas exigidas por su presunta retención, $20 millones.
No falta quién caiga, estos delincuentes son muy agresivos y, claro, cualquiera se doblega. En una semana hemos tenido 10 casos similares en Caldas. La semana pasada contrataron a una persona para supuestamente tomar fotografías de un terreno con un dron y le pidieron $30 millones a la familia. No comieron cuento, le contó a LA PATRIA un investigador. Anunció que esta clase de llamadas se aumentan con la llegada del fin de año.
Así es
El Gaula contó que en el falso servicio los delincuentes obtienen información de sus víctimas, publicada en redes sociales o en otros medios. Solicitan trabajos como acarreos, expresos, asesorías agrícolas, en construcción, médica y de enfermería, en ebanistería y ornamentación, entre otras, para zonas de difícil acceso.
Durante el recorrido el contratante le pregunta cómo va, con qué ropa, en qué vehículo y así obtiene datos clave para luego intimidar desde otra línea telefónica diciendo que lo monitorea (usan los datos entregados minutos antes al supuesto cliente). Posteriormente le pide el número de los familiares con la excusa de verificar que sí sean profesionales y no policías o de la Fiscalía buscando información sobre el grupo armado en esa zona.
Ahí es donde se comunican con la familia para pedirle dinero, a cambio de no matar, dando la descripción de la víctima.
Se aprovechan de que los allegados marcan al celular de la víctima y que sale como apagado por la falta de cobertura. El tiempo es limitado para el pago de la exigencia económica en consignación o entrega personal.
Recuerde, si va a salir de la ciudad informe a sus familiares del trabajo que va a realizar y el lugar donde lo va a ejecutar. Active el localizador del teléfono. Esta modalidad extorsiva nació en la cárcel de Cómbita, en Boyacá.
El llamado se repite: No pague, denuncie al 165 del Gaula.
Casos recientes
- Hace 20 días, en la zona de Cementos Caldas, por Neira. Lastimosamente las víctimas pagaron altas sumas de dinero.
- Secuestrado. A James Hernández Ospina le pidieron un servicio de transporte en Puerto Salgar. Fue al lugar indicado, pero lo esperaban cinco hombres, quienes lo amordazaron, golpearon y lo despojaron de $2 millones, Luego lo obligaron a hacer dos transacciones y le quitaron su vehículo de carga.
- Quemó el carro. En La Batea (Villamaría) extorsionaron a un conductor del Valle del Cauca, contratado por teléfono. Al llegar al lugar indicado lo llamaron a extorsionarlo y terminó quemando su carro por miedo a que lo mataran.
- Una ambulancia. En Pensilvania pidieron una ambulancia particular, al llegar al sitio al conductor lo amenazaron supuestos miembros de la guerrilla, pero no creyó y se salvó.
- Exámenes. A un profesional de la salud lo llamaron para unos exámenes médicos ocupacionales en la reserva Río Blanco. Le pidieron dinero a su familia.
- Arquitecto. A un arquitecto lo llamaron para que viajara a un municipio de Caldas donde supuestamente se iban a construir unas casas. Al llegar al paraje que le indicaron le hicieron la llamada extorsiva, pero en su caso le avisaron que era un engaño y no cayó.