Mantener vivo el relato del anecdotario de los municipios es un talento que se les da a pocos. El abogado aranzazuno José Gildardo Duque García tenía el don de repetir las anécdotas de personajes populares, de hechos insólitos que se han repetido, de generación en generación, hasta perderse el punto exacto entre la verdad y el mito. Y el talento no es tanto ser fiel a la verdad, sino lograr alegrar a los contertulios una y otra vez con el mismo relato. Es otra forma de ser contador de historias y él lo sabía hacer con gracia.
Su pronta partida entristece a familiares y amigos, quienes lo recordarán por sus tertulias, por su conocimiento profundo de la historia, una de sus aficiones; o porque disfrutaba tanto de un corrido como de una ópera, gracias a su amplio entendimiento de la cultura. Vivió, como la canción, a su manera, y su manera fue ser el promotor de los suyos y el solucionador de todos sus problemas. La gratitud con él es infinita. Las eucaristías, tras las exequias de ayer por el eterno descanso de José Gildardo, se cumplirán en la parroquia San Antonio
María Claret, de Manizales, así:
Hoy, 6:30 p.m.
Mañana, 5:00 p.m.
Viernes y sábado, 7:00 p.m.
Domingo, 5:00 p.m.
Lunes 12 a jueves 15 de diciembre, 7:00 p.m.