Foto | Lector | LA PATRIA

El pasado 9 de junio, celebramos el ENMECA (Cuarto encuentro Mejía Callejas) con la asistencia de 142 descendientes: nietos, bisnietos, tataranietos y choznos. Ya no queda ninguno de sus hijos, pero si Mélida Quintero, la viuda de uno de ellos (Hernando), única sobreviviente del tronco familiar inicial y la de mayor edad: 92 años en contraste con el menor: Itzack con 8 días de nacido. La eucaristía fue celebrada por un bisnieto: el padre Germán Eduardo Duque.
Decir que fue un día absolutamente feliz, es poco. Seguimos compartiendo el hablar a todo taco, interrumpirnos en el relato, abrazarnos hasta el cansancio, reírnos a carcajadas, bailar con desenfreno.
¿Y lo mejor? Asistieron adolescentes, jóvenes y niños que continuarán este legado de unión y amor que les estamos dejando.
Si la familia es la célula de la sociedad, me queda la esperanza de un mundo mejor.
Los amo infinitamente a todos y agradezco a Dios por esa familia increíble a la que me permitió llegar. Por muchos encuentros más. Andrés Ramírez Duque.

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