Cándida Rosa Castañeda Valencia.

Foto | Lector | LA PATRIA

Hoy nos convoca el recuerdo luminoso de una mujer que no solo fue enfermera, docente e investigadora, sino también guía, inspiración y abrazo para quienes la rodearon. Hablar de Cándida Rosa Castañeda Valencia es hablar de una vida entregada al cuidado, a la ciencia y al amor profundo por el ser humano.
Hoy, en su quinto aniversario, sus amigos, estudiantes y colegas nos reunimos no solo para recordarla, sino para honrarla: ella no se ha ido, vive en cada alumno que sigue la carrera con el corazón. Vive en cada paciente que recibe un trato digno, en cada árbol que hoy sembramos y que crecerá fuerte, como lo fue ella. Esperamos que su memoria sea semilla, que su ejemplo sea faro, que su voz resuene en cada aula, en cada hospital, en cada corazón que se decide a cuidar.
Hoy le damos las gracias para siempre por ser ejemplo de vida, por enseñarnos que la enfermería no es solo una profesión, sino un acto de amor. Fuiste un ángel en esta tierra que dejó su aroma celestial en nuestra existencia. Fue un honor haber sido tu esposo y compañero de vida.

Carlos Alberto Montoya Marín
Pediatra afectólogo

 

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