
Foto | @promotoraeventosyturismo | LA PATRIA Roberto Blades, Jossie León y Sonido 70 encendieron la rumba en el Festival de la calle 12.
La voz de Roberto Blades hace parte de la memoria musical de América Latina. En los barrios se baila y se dedican sus canciones. Lágrimas, Flor dormida y Ya no regreso, son varios de los éxitos con los que el panameño se convirtió en leyenda de un género al que no quiso ingresar.
De las calles de Ciudad de Panamá Roberto dio el salto hacia Miami. Su primer sueño no era ingresar al pentagrama de la música latina, sino volar por el planeta como piloto de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
Para el infortunio del joven Roberto ese sueño no logró despegar, pero al tiempo otra puerta se le abrió: la de la música.
Foto | Freddy Arango
Salsa romántica
El boom salsero vivió su ocaso a inicios de la década de los 80. El desgaste de un sonido aguerrido y el fracaso de las principales disqueras que no supieron anticipar un escenario comercial adverso, ponían en jaque al ritmo que conquistó el planeta.
Una de las alternativas para que la salsa siguiera pegada en las radios fue, a pesar de los salseros clásicos, la vertiente romántica.
En esa ramificación naciente llegó Roberto. De la mano de Raúl Gallimore, pianista panameño y director de la Orquesta La Inmensidad –que en ese momento hacía parte del catálogo Fania– empezó su carrera con el presagio del éxito.
Su primer trabajo juntos tuvo como hit Ya no regreso. Roberto en ese trabajo que salió en el 82 se estrenó como cantante y también como compositor.
Uno de sus legados más importantes es la facilidad con la que el panameño plasma historias en pocos minutos, capaces de conectar con el público y hacerlos revivir sus experiencias.
Al año siguiente sale otro nuevo trabajo con su canción más importante: Lágrimas. Más allá de la obviedad de decir “Lágrimas brotan de mis ojos”, la canción se incrustó en la memoria colectiva del barrio latino y lleva 43 años sonando en fiestas familiares y en discotecas salseras.
Foto | Freddy Arango
Grammys
Después de la experiencia en la orquesta, Roberto siguió su camino como solista. Con los años llegaron los reconocimientos a una trayectoria que supo combinar potencia en los arreglos musicales y composiciones de varios estilos.
Su primer Grammy lo ganó como compositor por la canción Dímelo (I need to Know) que grabó Marc Anthony. Lugo ganó como productor en la categoría mejor álbum tropical tradicional por su colaboración con Gloria Estefan en 2002.
Como solista también ganó un Grammy. Lo alcanzó con el álbum Encore –una colección de sus grandes éxitos.
Foto | Freddy Arango
Festival de la calle 12
Roberto Blades ya no tiene la voz juvenil con la que cantó sus éxitos pero el sentimiento le sobra para poner el corazón –que no ha envejecido– para entonar cada canción.
El público esperaba con ansias su llegada para corear “después de tanto amor tu te vas y me abandonas” y “sin ti yo no me moriré”.
Los salseros cumplieron con la cita, a pesar de la lluvia, y Roberto, como hace cuatro décadas, siguió volando sobre los escenarios con su voz.
En el festival 2025 también participó otra leyenda de la salsa: el puertorriqueño Jossie León acompañado de Sonido 70, la orquesta de Armenia que, con la fuerza de sus trombones, trae un repertorio para el paladar del salsero clásico.
León, intérprete de canciones como No me abandones, Tres cosas –grabada con Chu Linares– y Mamacita –grabada con la Orquesta Mundo–.
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