20 años de trabajo en la calle hicieron que Leonardo Arroyave Pérez vea la sombra como un lujo.

El desempleo lo sacó de Pácora en el 2000: "Casi no hay trabajo, solo hay en el campo, a veces". Así emprendió su camino a Manizales, con la promesa de un futuro mejor.

En la capital se hizo espacio como trabajador de construcción y repartidor de periódicos de LA PATRIA. En el 2005 tomó una carreta, la llenó de víveres y sembró la semilla de Frutas y Verduras Leo. "No ha sido fácil, pero me he defendido", recuerda sobre el inicio de su negocio.

Sus caminatas por la avenida Santander tenían un destino claro: sostener a sus tres hijas, con apoyo de su esposa. Hoy cursan bachillerato y le agradecen sus estudios al fruver del padre, de 48 años.

Frutas y Verduras Leo vive de sus clientes fieles en la avenida Santander y de atraer a peatones con el nuevo local. Recomienda probar el banano, la papaya y el mango de su negocio.

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Un negocio sin techo en Manizales

La carrera 23 #48-58 es la dirección de Frutas y Verduras Leo, en la misma cuadra de Mercaldas y Don Ramón.

Leonardo Arroyave cambió la carretilla por un puesto de venta informal hace unos años, cuando aún trabajaba en la calle, un ambiente "más duro porque es bajo el sol y el agua".

"Por un tiempo tuve permiso para ocupar espacio público, pero se vencía cada año (…). También recibí permisos verbales", narra. En el 2024 la licencia no llegó y le pidieron desalojar el espacio público.

Frutas y Verduras Leo cayó en el limbo. Su dueño no pudo encontrar otro trabajo y, sin más opciones laborales, decidió llevar su negocio a un local.

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Confianza, su capital en la avenida Santander

Leonardo Arroyave Pérez vende unidades de aguacate entre $2 mil y $5 mil. Ofrece la unidad de plátano a $1.000.

Los tiempos coincidieron. En enero de este 2025, Leonardo Arroyave cumplió 20 años de trabajo con frutas y verduras. El regalo de aniversario fue para sí mismo: "Acá es más cómodo por la sombra y porque no me mojo. Como soy conocido en la avenida Santander, el encargado de los locales de esta zona me ayudó. He sido juicioso y ahorré para montar mi negocio".

La confianza que sembró en la zona durante dos décadas le ha servido para mantener una clientela fiel. Le compran porque lo conocen, dice. La experiencia con los perecederos también le ha ayudado a mejorar sus ventas: la mudanza de las calles a su local le representó un aumento del 20%, asegura.

Sus estantes ahora tienen más variedad de frutas y verduras, con el aguacate como el producto más apetecido. Conseguir un local también acabó la soledad de Arroyave, quien en las mañanas cuenta con la compañía de una trabajadora.

Todos los días, de 7:00 de la mañana a 8:00 de la noche, Arroyave trabaja con una motivación y dos temores: crear un restaurante, huir del desempleo y evitar que Frutas y Verduras Leo regrese a las calles, donde "la persecución y la inclemencia del clima" le dejaron malos recuerdos.

Leonardo Arroyave Pérez es un pacoreño que se ganó la vida a lo largo de la avenida Santander con su puesto de frutas y verduras. Tras años de sol y lluvia, se consiguió un local en la zona.

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Desempleo, una pesadilla

LA PATRIA le preguntó a Leonardo Arroyave Pérez cuál es el momento más difícil que ha vivido. La respuesta fue instantánea: "Cuando estuve un tiempo sin conseguir trabajo".

El fruver de Leo maduró al sol y al agua: cambió una puesto en la calle por un local en la avenida Santander.

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Consejo para vendedores

"Iniciar es duro, pero intenten conseguir experiencia y una buena ubicación", dice Leonardo Arroyave Pérez, vendedor de frutas y verduras.

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Se alimenta de Manizales

Los proveedores de Frutas y Verduras Leo son fincas de Manizales y la Plaza de Mercado.

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