​​El aumento del turismo en el Parque Nacional Natural Los Nevados, sumado a los riesgos que se han evidenciado en los últimos años, es una de las grandes preocupaciones de las autoridades ambientales. 

La hoja de ruta todavía no es clara en mostrar una solución efectiva para controlar la llegada de turistas, sin embargo, se han trazado planes, como el ecoturismo, para regular las personas que desean conocer los parques naturales. 

Esa carga que crece y crece, llevó a Parques Nacionales a acelerar la implementación del Registro de Prestadores de Servicios Ecoturísticos (REPSE), una herramienta que permitirá controlar quiénes pueden operar dentro del área protegida y bajo qué condiciones.

La tarea no es menor: de los 65 parques nacionales del país, solo 37 tienen vocación ecoturística, y de estos, apenas 26 están abiertos al público. 

El Parque de los Nevados es uno de los más visitados y también uno de los más frágiles, no solo por los impactos ambientales del turismo no regulado, sino por la compleja realidad social que existe al interior del área, donde aún viven familias.

Un proceso clave para ordenar el ecoturismo

Liliana Quiroga Villada, integrante del equipo de ecoturismo de la Subdirección de Sostenibilidad y Negocios Ambientales de Parques Nacionales, explicó que el REPSE se creó como un complemento indispensable de la planificación ecoturística de cada parque.

Cada área protegida debe tener un Plan de Manejo con vigencia de cinco años, y cuando en ese diagnóstico se identifica vocación ecoturística, se formula un Plan de Ordenamiento Ecoturístico (POE), una especie de “zoom” que define:

• Qué senderos pueden usarse
• Cuál es su capacidad de carga
• Cuáles son las reglas de acceso
• Qué servicios pueden prestarse y en qué zonas

“El POE dice qué se puede hacer y dónde. El REPSE dice quiénes pueden hacerlo”, explicó Quiroga.

Para inscribirse en el registro, los prestadores —guías, operadores, empresas o personas naturales— deben cumplir requisitos básicos como RUT, RNT, documento de identidad y, sobre todo, una capacitación obligatoria de 40 horas diseñada por Parques Nacionales y la organización OPEPA.

El taller REPSE, la ‘piedra en el zapato’ de muchos operadores

Durante años, varios prestadores venían pidiendo ser incluidos en el REPSE, pero la falta de presupuesto había impedido realizar los talleres. 

“La gente decía: ‘Parques inventa herramientas, pero no nos programa capacitación; llevamos cinco años esperando’”, reconoce Quiroga.

Este año, el Parque de los Nevados logró realizar cinco talleres: Salento, Ibagué, dos en Manizales y uno en Pereira. Se inscribieron cerca de 350 prestadores, y entre 250 y 300 lograron participar.

La logística —materiales, refrigerios, espacios— fue financiada en parte por Fontur, mientras Parques y opEPA asumieron la formación.

La capacitación se desarrolla en cinco módulos: normativa ambiental y turística, conocimiento del área protegida, interpretación del patrimonio, administración del riesgo y buenas prácticas. 

Este enfoque busca que los guías no solo conduzcan visitantes, sino que comprendan el ecosistema, se articulen con Parques y aporten a la conservación.

Un turismo que debe regularse o se convierte en amenaza

El crecimiento acelerado del turismo en el Parque de los Nevados —con accesos informales, guías no certificados y visitantes sin acompañamiento— ha generado preocupación. Parques Nacionales reconoce que sin regulación, esta actividad se vuelve una amenaza directa a la conservación.

Por eso, una de las primeras medidas fue establecer que nadie puede entrar al Parque de los Nevados sin guía, algo que no siempre se cumple. 

Además, Parques adelanta un programa de monitoreo de impactos que revisa periódicamente el estado de los senderos y ajusta la capacidad de carga cuando es necesario.

Seguridad: uno de los grandes motivos para avanzar

El incremento de accidentes y muertes en alta montaña también llevó a fortalecer el REPSE. Para Parques Nacionales, un guía preparado debe:

• Reconocer síntomas del mal de altura
• Tomar decisiones rápidas ante emergencias
• Conocer la planificación del área protegida
• Informar adecuadamente al visitante

El objetivo es evitar tragedias y garantizar que el ecoturismo no se convierta en un riesgo adicional para quienes visitan el parque.

“En la medida en que si va con un guía también va a escuchar un mensaje que le va a permitir sensibilizarse con respecto a la importancia que tienen las áreas protegidas y tener un comportamiento acorde con estos entornos”.

Aunque a corto plazo no existe una solución satisfactoria, Quiroga reconoce que esperan empezar procesos de concientización, tanto para guías o empresas de turismo, que ayuden a regar la semilla en otras personas y logren cuidar los entornos ambientales.

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