Son varios los sectores específicos de Pereira con elevada accidentalidad

Foto | ANSV | LA PATRIA

Las muertes en vías del departamento de Risaralda sobrepasan todos los registros de los años recientes, por ello las autoridades lanzan un plan para frenar las muertes.

 

Pereira y su área metropolitana atraviesan una situación crítica en materia de siniestralidad vial, lo que ha motivado a las autoridades a declarar medidas especiales y activar alertas para contener el aumento de víctimas fatales.

En Risaralda se han registrado 99 muertes en accidentes de tránsito en lo que va del año, de acuerdo con reportes de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV).

Mientras que en el mismo periodo de 2024, se contabilizaron 68 defunciones por siniestros viales y en el 2023 fueron 66, lo que se advierte como un problema creciente.

Las cifras en Pereira, según ANSV indican que en los primeros nueve meses del año se registraron 55 muertes, superando las 48 muertes certificadas en todo el año 2024, repartidas entre peatones, motociclistas, acompañantes de moto y pasajeros.

Además un estudio reciente reveló que el 58 % de los conductores en Pereira se consideran  en “riesgo potencial para accidentes”, y señala un aumento del 27 % en víctimas fatales frente al año anterior.

"La situación es crítica"

La combinación de un parque automotor creciente, corredores viales de alto riesgo, condiciones especiales por obras, y actores vulnerables como motociclistas y peatones, ha llevado a que Pereira y Risaralda tengan niveles de siniestralidad que están generando alarma para las autoridades.

El director del Instituto de Movilidad de Pereira, Edwin Quintero, lo expresa con claridad: “Pereira enfrenta una situación crítica con víctimas fatales en accidentes viales”

Las medidas que se están implementando —desde controles estrictos y monitoreo tecnológico hasta educación vial y actualización de planes estratégicos— reflejan que los riesgos­ no son anecdóticos, sino estructurales.

Sin embargo, para reducir esta tendencia hace falta una combinación de: voluntad institucional sostenida, ejecución operativa eficaz, cultura ciudadana activa y mejoras en diseño e infraestructura vial.

La combinación de factores agrava el panorama

  • Alta motorización: en Pereira se calcula que por cada 1.000 habitantes hay unos 440 vehículos. 

  • Elevado parque de motocicletas (cerca de 110.000 en la ciudad). 

  • Corredores viales con alta carga de transporte pesado y zonas con obras en curso que alteran la topografía de la vía (como el sector de Cerritos) según Quintero.

  • Usuarios vulnerables como peatones (especialmente adultos mayores) y motociclistas que concentran una proporción significativa de víctimas.

Punto crítico: sector de obras y corredores viales

El director Quintero señala que un foco especial de riesgo es el tramo de la vía entre Cerritos (Puerto Caldas) y Caimalito, en el cual se presentan obras viales, cambios de reguladores de tráfico, señalización en proceso y topografía comprometida. El resultado:

  • Conductores que superan velocidad, encuentran imprevistos y no pueden reaccionar a tiempo.

  • Trabajos del plan de gestión del tráfico (PGT) para la obra en curso, señalización provisional, regulación de tránsito y control de velocidad focalizados en esa zona.

  • La colaboración con entidades nacionales como INVÍAS, la concesión Autopistas del Café y la Policía de Carreteras para intervenir en corredores de alto flujo y riesgo.

Este tipo de intervenciones revela la necesidad de identificar “puntos negros” —­zonas de alta accidentalidad­— y aplicar medidas de contención inmediatas.

Medidas y esquema de respuesta

Para afrontar este reto, las autoridades de Pereira y Risaralda están activando una batería de acciones concretas:

  • Refuerzo de controles viales: puestos de control en fines de semana, verificación de SOAT, revisión técnico‑mecánica, verificación de licencias de conducción y operativos de alcoholemia. Quintero mencionó que “muchos jóvenes conducen sin licencia, sin saber si están aptos”.

  • Instalación de sistemas de monitoreo y disuasión: el sistema de transporte masivo Megabus Pereira participa instalando cámaras adicionales (12 nuevas para capturar placas de motocicletas en zonas conflictivas, y ya se licitó 9 cámaras para avenidas como la 30 de Agosto y Ferrocarril).

  • Campañas de educación vial: en colaboración con la ANSV y otros organismos, dirigidas especialmente a motociclistas —que representan una proporción muy relevante de víctimas—, así como a peatones y demás actores viales.

  • Actualización del plan institucional: Pereira aprobó recientemente el Plan Local de Seguridad Vial PLSV 2025‑2031, que busca reducir en 50 % las víctimas fatales y lesionadas tomando como punto de partida 2022. Quintero afirmó que “es la bitácora para los próximos seis años”.

  • Señalización, infraestructura y mejoras de vía: se trabaja en señalización horizontal y vertical intensiva, regulación del tráfico en zonas de obras, control de velocidad, revisión del diseño vial en corredores afectados. Por ejemplo, en Cerritos se está verificando la señalización provisional, reguladores y condiciones del tramo.

  • Orientación a ciudadanos para autocontrol: Quintero hizo un llamado al civismo y responsabilidad individual: tener documentos en regla, respetar señales, no invadir carriles exclusivos, evitar maniobras peligrosas, y “llegar a casa sano”.

Riesgos específicos que exige atención inmediata

Estos son los factores que, según los informes y declaraciones oficiales, incrementan la vulnerabilidad vial en Pereira y Risaralda:

  • Velocidad excesiva: jóvenes en motocicleta, tramos de vía sin control de velocidad efectivo, maniobras de riesgo (piques, «stunt») que aumentan la probabilidad de fatalidad.

  • Motociclistas y peatones como actores vulnerables: en Pereira, por los primeros nueve meses de 2024, 34 de las 68 víctimas eran motociclistas, 24 peatones.

  • Condición mecánica o documental deficiente: vehículos sin garantía de revisión técnico‑mecánica, sin seguro obligatorio, conductores sin licencia.

  • Obras viales que alteran condiciones del tráfico y la vía: en tramos en construcción, topografía dificultosa, señalización en curso y cambio de reguladores de tránsito que generan situaciones de riesgo inesperadas.

  • Invasión de carriles o uso indebido del espacio vial: como el caso de carriles exclusivos del Megabus, donde se registran motocicletas invadiendo la vía exclusiva, lo que incrementa la siniestralidad.

  • Fines de semana y horas de mayor movilidad: coinciden con un mayor número de accidentes con víctimas fatales, por lo que los operativos se concentran en esos días.

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