Foto | Gobernación del Quindío | LA PATRIA Ángela Patricia Menza Astudillo recibió el premio Mujer Comfenalco 2025.
Ángela Patricia Menza Astudillo se alzó con el título de Mujer Comfenalco 2025 en la noche del miércoles (19 de noviembre).
Este reconocimiento, vigente desde 1993, continúa siendo un símbolo de la fuerza y el aporte de las mujeres quindianas.
La ganadora, resaltó el significado del galardón, “Este reconocimiento me motiva a seguir trabajando por nuestros adultos mayores, ellos no son una carga por lo contrario hacen parte de la construcción de la sociedad”, expresó.
El jurado calificador de la edición número 32 del Premio Comfenalco a la Mujer, integrado por Sonia Quintero Serna, Mujer Cafam de Colombia 2010; Eduardo Mejía, presidente de la fundación Hernán Mejía, y Carmen Elisa Vanegas Lotero, coordinadora de extensión y educación continua de la Universidad Tecnológica de Pereira, otorgó el segundo lugar a Martha Yadira Cepeda Ruiz, por la labor que adelanta con la Fundación Daniella Sarmiento C., creada con el apoyo de su familia para asistir a niños con cáncer en fase terminal.
El tercer lugar lo ocupó Martha María Marín Mejía, quien con su trabajo ha permitido caracterizar las acciones encaminadas a la atención de la población en situación de discapacidad en aspectos de salud, ingreso a programas de capacitación y de incorporación a la vida laboral.
Asimismo, se destacó con mención especial la labor de Claudia Doris Sánchez, quien con su liderazgo ha ofrecido a pacientes diagnosticados con Atrofia Muscular Espinal y a sus familias.
La ganadora

Ángela Patricia Menza Astudillo es gerontóloga graduada de la Universidad del Quindío, especialista y magíster en Pedagogía y Desarrollo Humano de la Universidad Católica de Pereira. Su trabajo en la Fundación Geros le ha permitido cambiar la vida de 15 adultos mayores.
La ganadora habló con la Universidad del Quindío.
- Ángela, ¿qué la llevó a elegir la gerontología como profesión y pasión de vida?
Todo nació por una inclinación al servicio. La gerontología me ha llevado a servir a aquellas personas que muchas veces son invisibles para la sociedad, como lo son los adultos mayores. También hubo una inclinación hacia lo psicológico y lo social. Quise ser psicóloga, pero la vida me direccionó hacia la gerontología, y hoy sé que fue el mejor camino.
- Háblenos de la Fundación Geros, ¿cómo llegó?
Geros llega a mi vida justo cuando me gradúo, en octubre de 2006. El plus que tenemos es que, además de brindar un techo digno, alimentación y vestuario, vamos un poco más allá. Se trata de hacerlos sentir realmente importantes a través de un acompañamiento espiritual y muy humano. No es solo lo material; es que ellos se reconozcan como seres valiosos para esta sociedad. La certeza que les damos es simple, pero profunda: nunca van a ser abandonados.
- ¿Qué ha sido lo más difícil y lo más gratificante en estos 19 años de labor social?
Lo difícil siempre es la gestión, conseguir alimentos, medicinas, recursos. Es un desafío diario. Pero lo más gratificante, es ver la transformación en ellos. Es recibir una mirada de agradecimiento, saber que les estamos devolviendo la dignidad. Esto le da mucho sentido a mi vida, a mi existencia. Han sido 19 años de perseverancia, pero cada día tenemos el deseo de hacerlo mejor.
- Su labor acaba de ser reconocida con el premio Mujer Comfenalco Quindío, ¿qué representa este galardón para usted?
La verdad, todavía no me he despertado de ese gran sueño. Pero creo que este reconocimiento no es un punto final, sino un comienzo. Se vienen retos más grandes para mejorar nuestro servicio y, lo más importante, para activar nuevas redes de apoyo. No se trata solo de que Geros crezca, sino de que otras fundaciones también se fortalezcan. Soñamos con un Quindío y una Colombia mucho mejor para nuestros adultos.
- ¿Qué mensaje les deja a los jóvenes que hoy estudian gerontología?
Los invito a que piensen en grande, a que se proyecten y a que hagan cosas nuevas y diferentes, porque sí es posible. No podemos hablar sólo de que no es fácil; cuando tenemos en la cabeza y en el corazón metas claras, todo es posible. Ánimo, que se motiven a ser lo mejor como profesionales en gerontología, y también como seres humanos. Porque antes que profesionales, somos seres humanos.
- Finalmente, Ángela ¿cómo define lo que hace?
Es mi vocación. Ser gerontóloga para mí es más que ser profesional, es un tema de vocación. Desde muy niña me nació muchísimo servir. Y con el adulto mayor es imposible no hacerlo, porque todos vamos a llegar a esta etapa, todos merecemos ser tratados con dignidad. Esta no es mi carrera, es mi vida.
*Con información de la Gobernación del Quindío, Comfenalco y Universidad del Quindío.
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