Desde el lunes 29 de septiembre y hasta el próximo domingo 5 de octubre, el corregimiento de Puerto Caldas atraviesa un plan de mantenimiento preventivo en el pozo profundo que abastece a varios sectores de la zona. 

Aunque la reparación implica la suspensión temporal de la captación directa de agua, las autoridades locales han implementado estrategias para asegurar la continuidad del servicio.

El pozo profundo de 150 metros, surte a barrios y sectores como El Provenir, El Progreso, San Isidro y El Cofre, por lo que su mantenimiento era inaplazable. 

Según explicó Fabián Andrés Henao Castaño, subgerente Comercial, las labores incluyen desmontaje, ajuste, reparación, ensayos técnicos y la puesta en funcionamiento de la bomba lapicero que garantiza la operación del sistema.

Un proceso de siete días

Los trabajos, que iniciaron el lunes 29 de septiembre, se extenderán por cerca de siete días. La programación contempla que hacia el domingo 5 de octubre el pozo vuelva a estar en funcionamiento normal.

A pesar del imprevisto en la vía —ocasionado por la varada de una tractomula que retrasó el transporte de materiales en la mañana del miércoles 1 de octubre—, el cronograma se mantiene.

Estrategia de suministro: innovación y eficiencia

Para evitar desabastecimiento, se activó una interconexión en el sector del puente de La Vieja con Cartago, diseñada para situaciones de emergencia. Gracias a este sistema, sectores como San Isidro y El Cofre han tenido suministro continuo.

En la parte alta del corregimiento, la solución fue novedosa: el uso de carrotanques que cargan agua potable desde un hidrante en el Puente de la Vieja, la transportan hasta los tanques de almacenamiento y de allí se distribuye por la red del acueducto.

“Antes usábamos tanques estáticos en puntos estratégicos, pero con este modelo logramos que el agua llegue directamente por el ducto de distribución. Eso ha hecho más eficiente el proceso y ha reducido las incomodidades para la comunidad”, explicó Henao.

Actualmente, se dispone de dos o tres carrotanques que garantizan el suministro diario, incluso con el apoyo de vehículos prestados por el Departamento de Risaralda.

Un mantenimiento necesario

Las autoridades destacaron que esta intervención es preventiva, pues busca reforzar el buen estado de la bomba principal y evitar fallas mayores que podrían generar una crisis de abastecimiento más prolongada en el corregimiento.

“Con esta intervención aseguramos la continuidad del servicio en Puerto Caldas. Es un trabajo planificado que combina experiencia técnica y gestión comunitaria”, puntualizó el subgerente.

Más allá de la emergencia

Paralelamente a la reparación del pozo, se adelantan otras acciones para mejorar la calidad del servicio, como la reparación de tramos de la red, la instalación de macro medidores y ajustes en la distribución. 

El objetivo es que, una vez terminado el mantenimiento, la experiencia de los usuarios con el agua potable sea más estable y eficiente.

En conclusión, aunque el pozo profundo de Puerto Caldas se encuentra en proceso de reparación, la planeación y el modelo alternativo de abastecimiento han permitido garantizar que los más de 4.000 habitantes del corregimiento no se queden sin agua potable durante la semana de trabajos.

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