El Hospital San Isidro, de Manizales, instalará dos quirófanos con el propósito de aumentar sus ingresos mediante este servicio.

Fotos I Archivo LA PATRIA

El Hospital San Isidro, de Manizales, instalará dos quirófanos con el propósito de aumentar sus ingresos mediante este servicio.

LA PATRIA I Manizales

El Concejo de Manizales aprobó esta semana $14 mil millones de adición para el presupuesto general del Municipio 2023. De esos, $2 mil 800 millones son para el Hospital San Isidro y para Assbasalud.

De esta manera, las dos entidades de salud suman $15 mil millones recibidos en estos cuatro años con el propósito de garantizar la continuidad y acceso a los servicios. Además, como dice el secretario de Hacienda, Jhon Alexander Alzate, para proteger los empleos.

Sobre este tema LA PATRIA habló con el secretario de Salud municipal, Carlos Humberto Orozco:

 

-¿De dónde salen los recursos adicionales para San Isidro y Assbasalud?

Se llaman recursos de sostenibilidad. Desde que la Ley 100 se promulgó se vaticinaba la inestabilidad financiera de las Empresas Sociales del Estado (ESE). Y se quedó en potestad, de acuerdo con la capacidad de los entes territoriales municipales, de dejar unos recursos para apalancar el funcionamiento de las instituciones. O sea, que los recursos de sostenibilidad son para funcionar, se pueden pagar servicios, nómina, comprar insumos, medicamentos, hacer todo lo que corresponde para mantener abierto y funcionando un hospital.

 

-¿Cuánto les ha destinado la Alcaldía para ese efecto a las dos entidades?

Manizales, finalmente, ha tenido que echar mano de este herramienta y hacer la redistribución presupuestal lógica, necesaria y justa para garantizar el mantenimiento de la apertura y del funcionamiento de San Isidro y de Assbasalud. En este cuatrienio, bajo la Alcaldía de Carlos Mario Marín, se han entregado tal vez las cifras más elevadas de sostenibilidad para las ESE, estamos hablando de $15 mil millones para estos cuatro años.

 

-¿Específicamente para qué son estos $2.800 millones?

Con esta última partida de $2.800 millones se pretende neutralizar ese déficit de caja que se generó por la salida de Asmet-Salud. Para ambas instituciones esta EPS tenía unos contratos que se llaman prospectivos, con los que pagaba por adelantado los servicios, dado que la red estaba cerrada a nivel de los privados, pues tanto San Isidro como Asbassalud estaban haciendo prácticamente el sostenimiento de la atención básica de todo la población de Asmet. Una vez se va Asmet se da apertura a toda la red en cabeza ya de cada una de las EPS receptoras de los usuarios y por lo tanto se pierde esa bondad de la contratación de pago global retrospectivo y se quedan las dos ESE sin caja. Asbassalud recupera 22 mil de los 28 mil usuarios que se habían retirado. Los otros 6 mil se quedan en otras EPS, los que son contributivos quedan en sus respectivas EPS receptoras.

 

-¿O sea, se quedaron sin plata?

Sí, las dos entidades quedan cerca de 60 días sin plata porque en el sistema de salud uno trabaja y le pagan entre 60 y 90 días después, en el mejor de los escenarios. Entonces, la Alcaldía inmediatamente genera esta distribución de recursos para que se sostengan al menos esos 60 días mientras empieza a entrar ya la plata producto de los contratos que ya se firmaron. Asbassalud ya prácticamente recuperó toda la población. San Isidro tiene contratación con todos, lo que pasa es que es una contratación por evento, por lo que depende de una saturación de los demás servicios.

 

-En algunos círculos, entre ellos políticos, hablan de falta de gestión en estos años, sobre todo en Assbasalud...

Es una situación muy compleja. La competitividad es un elemento fundamental, trazador para los gerentes, garantizar la competitividad de las IPS. Esa competitividad se fundamenta en la calidad de prestación de servicios, la disponibilidad del talento humano, en esa oportunidad que se le brinda a la atención. Las ESE tienen la mayoría dificultades de competitividad cuando las comparamos con las IPS privadas que tienen capital y un motor distinto para operar. Hay un lío grande que se llama la red vertical en el que el Estado permite que las EPS sean propietarias de sus mismas clínicas. Es muy difícil sacar de allí a los usuarios para contratar con una ESE municipal que no cumple los parámetros que tiene desde el punto de vista corporativo una EPS grande. Se pone en debilidad de competencia a las ESE municipales porque tienen que dar unas tarifas sustancialmente diferentes a las que finalmente ofrece el negocio circular que tiene cada EPS, a manera de inversión vertical.

 

Para quirófanos

¿Se ha sentido mejoría con el San Isidro tras su paso a segundo nivel y dotación?

Sí. Es más, hay una buena noticia: Está aprobado el paquete para dos quirófanos. En este momento tiene una dificultad grande porque es un hospital clínico, no es clínico-quirúrgico, se limita a manejar todo aquello que tiene que ver con medicina interna, cardiología, dermatología, pero cuando ya entramos a lo que maneja ginecobstetricia, ortopedia, no se tienen los quirófanos. Hay $4.300 millones del costo estimado en un proyecto aprobado por el Ministerio de Salud y la Dirección Territorial de Caldas, que con recursos de regalías el Municipio aporta $900 millones; el Hospital, $500 millones; la Secretaría de Salud, $600 millones, y el resto el Ministerio.