Foto | Cortesía Informador de Occidente | LA PATRIA
La comunidad de Anserma participó en una jornada de etnoeducación, en donde se compartieron retos y cualidades.
Desafíos y oportunidades de una educación con identidad intercultural se ubicaron sobre los escritorios de estudiantes, docentes, rectores e investigadores de instituciones educativas de Anserma durante el II Foro Municipal de Etnoeducación.
El evento propició una jornada de reflexión y construcción colectiva, a la que también se sumaron otros miembros de la comunidad.
El encuentro, que tuvo como lema 'Sembrar memoria', incluyó conferencias virtuales con académicos, rectores de universidades y estudiantes de diferentes países del continente americano, así como invitados internacionales, entre ellos el embajador de Nigeria, Olorundare Philip Awoniyi.
Durante las charlas se compartieron experiencias de cómo se vive la educación en África y qué ajustes pueden implementarse en Colombia, reconociendo que gran parte de la población es fruto de la diáspora africana y del legado cultural y ancestral que aún sigue influyendo en la construcción de conocimiento.
Experiencias de docentes y expertos
Carolina Caicedo, participante del foro, destacó que pudo “volver al origen para reconocer la cosmovisión africana y el legado que dejaron los antepasados en la educación y en la cultura”.
Teniendo en cuenta que a pesar de los avances normativos y de las políticas educativas que respaldan la etnoeducación, su implementación efectiva se encuentra con varios desafíos. De acuerdo con Nancy Palacios Mena, investigadora de la Universidad de los Andes, se encuentran la falta la formación adecuada de los docentes en enfoques etnoeducativos, la persistencia de métodos de enseñanza tradicionales que no se alinean con los principios de la etnoeducación, y la necesidad de recursos y apoyo institucional continuo.
El profesor universitario Sebastián Pérez Marulanda, docente investigador de la Gran International University y tutor Programa de Tutorías para el Aprendizaje y Formación (Ptafi) en Arauca (Caldas), presentó la ponencia central y a través de ella invita a comprender la educación como un acto de resistencia, memoria y esperanza.
El foro también incluyó mesas de trabajo con docentes de etnoeducación, cuyas conclusiones se organizaron en tres ejes: desafíos identificados, propuestas innovadoras y recomendaciones para ser incluidas en la política del Plan Decenal de Educación.
Un desafío clave, con base en un informe de la Universidad Javeriana, son las pruebas Saber 11, que se realizan exclusivamente en castellano y enfocadas en un contexto urbano.
"A pesar de que el Icfes ha realizado diferentes pilotos y ha reducido diferentes barreras geográficas, los aspectos lingüísticos y contextuales de las preguntas se mantienen con el enfoque urbano. Esto genera una barrera significativa para los estudiantes de comunidades indígenas, Rrom y afrocolombianas, quienes, debido a la falta de fluidez en el castellano y conocimiento de las situaciones o ejemplos planteados para la resolución de las preguntas, suelen obtener puntajes más bajos a nivel nacional, lo que dificulta su transición y acceso a la educación superior", puntualiza la U. Javeriana.
Así las cosas, se recomienda mejorar los sistemas de información para que se puedan visibilizar las necesidades de la comunidad educativa que se beneficia e implementa la etnoeducación y así se logre focalizar la política a los niños, niñas y jóvenes de los territorios étnicos.
Mientras tanto, Rubiel Grajales, coordinador de Cultura de Anserma, resalta la importancia de abordar el tema: “Nos sentimos orgullosos de contar con una comunidad organizada, capaz de aportar a la construcción colectiva del patrimonio local y a la armonización con nuestra ancestralidad”.
Panorama en Colombia
*La etnoeducación se define como un proceso educativo para grupos étnicos o comunidades que integran la nacionalidad colombiana y poseen una cultura, una lengua, unas tradiciones y unos fueros propios y autóctonos.
*Se implementa a partir de la Ley General de Educación de 1994.
*La importancia radica en su capacidad para promover la equidad y la inclusión en el sistema educativo colombiano, por ejemplo de los 115 pueblos indígenas existentes en Colombia y sus 1,905,617 personas.
*Se pueden enseñar las competencias estándares (matemáticas, ciencias naturales y sociales, entre otras) adaptadas a las costumbres de los pueblos étnicos, y, al mismo tiempo, se incluyan los conocimientos propios de sus culturas (bailes, tradiciones, costumbres, entre otros).
*Actualmente, solo existen ocho programas activos en el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (SNIES) para formar licenciados con énfasis en etnoeducación. Esta cifra es mínima en comparación con los 1,861 programas de licenciatura disponibles a nivel nacional.
*Con información de la Universidad Javeriana.
Acceso y cobertura
*En Colombia para 2023, existían 973 mil estudiantes pertenecientes a grupos étnicos, lo que representa que al menos uno de cada diez estudiantes pertenece a un grupo étnico. De estos, el 52% son indígenas y el 47% afrocolombianos. De las 55 mil sedes educativas del país, solo 6 mil 568 tienen algún modelo etnoeducativo implementado en su proceso formativo.
*Desde 2007 el número de sedes con etnoeducación ha aumentado de 5 mil 277 a 6 mil 568 al 2023, lo que representa un crecimiento del 24.5% en 16 años. Estas sedes se agruparon en 2 mil 347 instituciones educativas.
–Datos del DANE.
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