Foto I Cortesía Sena I LA PATRIA
Ellos asistieron a la ceremonia de certificación, compartiendo su logro con familiares y seres queridos. Ya tienen el título en diverssas formaciones.
Un punto clave de la ceremonia espeical es que se resaltó el valor emocional de recibir un título tras meses de esfuerzo. Los homenajeados compartieron con sus familias un momento simbólico de cierre y logro.
El acto estuvo lleno de emociones. Unos 30 aprendices del Centro Pecuario y Agroempresarial del Sena Caldas en La Dorada recibieron su certificación en distintos programas de formación.
El evento de clausura lo organizó el Área de Administración Educativa, que lideró todo el proceso de cierre académico.
El Sena,en su boletín de prensa, reporta que los nuevos egresados pertenecen a programas como Operario de Estructuras en Concreto, Técnico en Atención Integral a la Primera Infancia y Tecnologías en Gestión Bancaria, Agroempresarial, Talento Humano y Contabilidad. La actividad permitió reconocer formalmente su esfuerzo.
En el comunicado citan a Óscar Andrés Maldonado Mora, director del Sena Caldas y quien es oriundo de La Dorada: “Estos actos ceremoniales de certificación son muy importantes, porque es una forma de celebrar el esfuerzo de cada uno de los aprendices”.
El funcionario añadió que muchos de ellos son trabajadores y trabajadoras, padres y madres de familia que pese a las ocupaciones sacan un espacio para perseguir sus sueños.
Valentina Soto habbló durante la ceremonia a nombre de los egresados: “Esto que hoy reciben no es solo un papel. Es una huella de todo lo que aprendieron, de lo que crecieron como personas y como profesionales”, afirmó.
El Sena también refiere el concpeto de Alejandro Ramírez, quien es el subdirector del Centro Pecuario y Agroempresarial. Él destacó que desde La Dorada el Sena viene trabaja de manera constante en el mejoramiento de la calidad y pertenencia de la formación, y agregó que el grupo certificado es un ejemplo de ello.
La entidad también destacó que para los asistentes, el acto fue más que un trámite académico.
“Fue un espacio para reconocer sacrificios, celebrar metas alcanzadas y proyectar un futuro profesional. La entrega simbólica refuerza el vínculo emocional y social del proceso formativo”, concluyó el Sena.