El silencio, los abonos y las provocaciones

No lo olvides: antes de abonarte evalúa que hace el club por ti… para definir qué haces tú por el Club.

¿Te parece?

No permitas que jueguen con tu pasión y tus emociones. Sabes bien que el Once Caldas tiene propietarios de su ficha, pero tú eres dueño de los sentimientos, los títulos y la historia.

Desde hoy la socialización de los abonos para la temporada que se avecina, llena de incertidumbre.

Lo que parece una burla a la afición, una provocación o un abierto desafío a la paciencia y la tolerancia, con las heridas aún abiertas por el reciente fracaso.

Equivale a buscar adhesiones, mientras aumentan el rechazo y el descontento.

Su inspirador parece tener la cabeza fuera de su sitio.

Abonarse, por los nulos movimientos en el mercado, es un castigo, como lo fue el fútbol expuesto a lo largo del semestre. No tiene atractivos. Parece un juego para masoquistas.

Indecente es anunciar abonos, sin renovar la nómina. No llegan jugadores, porque las negociaciones no prosperan.

De futbolistas nada. Solo los que manejan los deseos y no los hechos desde las redes. Inconsecuente es tomarlos como referencia seria.

Como semestre tras semestre, entre regodeos y regateos de barequeros, en feria de rebajas de jugadores libres, discutidos en su rendimiento, confusos en su presente, libres, a bajo costo o lesionados, el Once maneja las expectativas.

Comprensible es que árido es el vaivén de adquisiciones por estos días. Se trabaja en las inferiores, pero hay negligencia desde la gerencia deportiva, los asesores y el presidente, incapaces de seguirles la huella a futbolistas en progreso en otros clubes, susceptibles de entrar como agentes libres en el mercado.

Influyen los costos, la baja calidad de los ofrecidos, el temor a equivocarse, el peligro de los empresarios, el pago de indemnizaciones, la carga financiera de los préstamos y el regateo típico de los paisas, quienes, en el caso del club, tienen la última palabra por ser los propietarios.

Problemas todos, sin soluciones, en los últimos años.

Alto es el riesgo, por la reducción paulatina de los tiempos, frente al reinicio de la Liga. Se ven futbolistas, pero no se concretan incorporaciones, lo que lastima la esperanza de los aficionados.

Ya hablaremos del Comodato del estadio.