El síndrome del pensamiento acelerado

El síndrome del pensamiento acelerado, conocido como SPA, es un trastorno de ansiedad que afecta a un gran porcentaje de la población actual. Creado por la sobrecarga de información y la constante exposición a dispositivos digitales, este síndrome ha sido descrito como "el mal del siglo" por el reconocido psiquiatra brasileño Dr. Agustín Cury.
El SPA se caracteriza por una mente hiperactiva y pensamientos rápidos y repetitivos. Las personas que lo padecen experimentan dificultades para detener sus pensamientos y tienen problemas de concentración. La ansiedad y la preocupación constante los llevan a perder el enfoque en las tareas relevantes y a sentirse agotados mentalmente.
Según estudios realizados por la Dra. Fairlee Fabrett, psicóloga del McLean Hospital afiliado a Harvard, los pensamientos acelerados pueden intensificarse y convertirse en preocupaciones abrumadoras. Esto puede afectar el sueño, causando insomnio, así como generar problemas intestinales, bajas en el sistema de defensas y dolores de cabeza frecuentes, entre otros síntomas físicos. Además de las consecuencias en la salud, el SPA también impacta en la vida laboral y personal. Las personas con pensamientos acelerados pueden tener dificultades para relacionarse con aquellos que tienen un ritmo más lento, lo que puede generar frustración y dificultad para adaptarse. También pueden experimentar irritabilidad, dificultad para manejar la frustración y trabajar en equipo, lo que afecta negativamente las relaciones laborales.
Vivir con el síndrome del pensamiento acelerado conlleva diversas consecuencias en la vida diaria. Algunos de los síntomas incluyen dificultad para relacionarse con personas más lentas, fatiga excesiva al despertar, anticipación constante de problemas y déficit de memoria. Estas alteraciones pueden pasar desapercibidas y convertirse en la "normalidad" de quienes las experimentan.
Micropasos desaceleradores: Practica la aceptación incondicional: Los pensamientos acelerados a menudo empeoran cuando nos preocupamos por tenerlos. Para liberarte de la ansiedad por pensar en exceso, date permiso para experimentarlos. Esto te dará una sensación de control para que no te sientas impotente. Cuando pongas los pensamientos acelerados en su contexto adecuado, se sentirán menos amenazantes y más fáciles de manejar. Recuerda la poderosa afirmación "Esto también pasará" Aplica la atención plena: Para, y cuenta tus respiraciones. Cierra los ojos y cuenta para ti mismo mientras respiras lenta y constantemente: uno al inhalar, dos al exhalar, y así sucesivamente. Cuando llegues a diez, comienza de nuevo y repite el proceso hasta que te sientas más tranquilo. Prueba el distanciamiento cognitivo: Nuestra mente generalmente se preocupa por cosasque está convencida de que son ciertas pero, la mayoría de las veces, en realidad no lo son.
Puedes equilibrar la tendencia de tu mente a crear películas de terror pensando en escenarios alternativos positivos. Pregúntate ¿qué pasaría si las cosas salen bien?
Programa tiempo para preocuparte: A veces, es mejor permitir que los pensamientos acelerados sigan su curso; de lo contrario, pueden quedarse atrapados en un bucle infinito.
Para manejar esto, programa un tiempo específico para preocuparte. Cuando surjan pensamientos acelerados de ansiedad, reconócelos, pero dite a ti mismo que no es el momento adecuado para preocuparte y que los abordarás más tarde. Luego, elige un momento determinado en el que te dediques exclusivamente a explorar esos pensamientos. Práctica un mantra: Un mantra es una frase poderosa y sencilla que puedes usar para calmar tu mente. La investigación ha demostrado que repetir un mantra reduce la actividad en la parte del cerebro responsable de la autocrítica y la rumiación, esa tendencia a repasar el pasado y preocuparse por el futuro. Puedes elegir cualquier palabra, sonido o frase que te resuene. Prueba con palabras como "Ommm", frases como "gracias a la vida" o "Todo está bien". Repite tu mantra una y otra vez, enfocando tus pensamientos únicamente en él. Si tu mente se distrae, simplemente respira lento y vuelve a tu mantra. Puedes practicar esto en cualquier momento, incluso mientras conduces o camino a casa desde el trabajo. Es una forma sencilla de encontrar calma y centrarte en el presente.
El entrenamiento mental comienza con la capacidad de darnos cuenta de lo que está pasando en nuestras mentes, te recomiendo llevar un registro de los momentos en que te sientes más acelerado de lo habitual y busca detonantes que te hayan llevado hasta allí, la practica hace al maestro entre más practiques los ejercicios anteriores mejor te vas a sentir.
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