“Ayer el Ejército ruso era el segundo más poderoso en Ucrania, hoy es el segundo más poderoso en Rusia, y mañana será el segundo más poderoso en Moscú”: esta burla circuló en las redes sociales los pasados 23 y 24 de junio, refiriéndose a la aparente superioridad de las tropas mercenarias del Grupo Wagner que, en este par de días, partieron de la zona fronteriza con Ucrania, tomaron control de la gran ciudad rusa de Rostov del Don (incluyendo el cuartel general del Distrito Militar Meridional) y recorrieron unos mil kilómetros sobre la autopista M4 Don hacia la capital de Rusia, todo ello casi sin resistencia de las Fuerzas Armadas rusas

Aunque esta rebelión fue abortada recién nacida, ocasiona cuestionamientos sobre cómo este grupo armado funciona y qué lo ha hecho tan poderoso para que pudiera retar al alto mando de la Defensa rusa (de la que debía ser un aliado infalible).

La trinidad del Grupo Wagner

Como fue revelado por una reciente investigación efectuada por los medios de comunicación ARTE, Die Welt e Insider así que la organización Dossier Center, el grupo está sostenido por tres pilares principales:

1. La rama armada

Es el brazo paramilitar de la empresa, encargado de las operaciones en el terreno. Está compuesto de mercenarios motivados por el afán de lucro, la búsqueda de sensaciones fuertes y/o un percibido honor. Adicionalmente, una proporción sustancial de los mercenarios empleados en el conflicto bélico en Ucrania son presos que cambiaron las rejas de las cárceles rusas por las armas, bajo la promesa de conseguir su libertad haciéndolo

Asimismo, los 60 mil dólares ofrecidos a la familia de cada mercenario muerto en combate representan un incentivo suplementario para unirse a los rangos de Wagner. La mayoría de los integrantes son rusos, pero cuentan también con reclutas de diferentes partes del mundo (incluida Colombia), atraídos por las mismas razones evocadas arriba.

Además de conformar una proporción sustancial de las fuerzas prorrusas en Ucrania, los esbirros de Wagner están desplegados en misiones de combate, de protección de particulares, de entrenamiento de tropas y/o de vigilancia de minas, notablemente en Siria, Libia, Sudán, Mali, Burkina Faso, República Centroafricana y Mozambique (siempre que sea a favor de los intereses del Gobierno ruso). Han sido denunciados varias veces por crímenes de guerra.

2. El Proyecto Lakhta

Es el cibernúcleo del grupo, cuyas tareas se centran sobre la difusión de desinformación para influenciar las intenciones de voto en comicios de ciertos países a favor de candidatos menos antirrusos (como Donald Trump en las elecciones presidenciales del 2016 y el 2020 en Estados Unidos).

También elabora campañas a nivel mundial para mancillar la imagen de Occidente y de instituciones que conllevan posiciones percibidas como occidentalistas. Así, ha fomentado y financiado protestas contra la Misión de las Naciones Unidas en la República Centroafricana (MINURCA) y tuvo probablemente un papel en las manifestaciones en Mali y Burkina Faso que acabaron (el año pasado y este año, respectivamente) con la presencia de las tropas francesas antiterroristas ahí, que fueron reemplazadas por mercenarios de Wagner.

3. El servicio de inteligencia

Es el órgano dedicado a las actividades de espionaje y de recolección de información de Wagner. Cuenta con múltiples empleados que vigilan a oponentes al régimen de Putin e incluye a agentes dobles infiltrados en los círculos hostiles al presidente

Esta instancia tiene como rol adicional el de callar las potenciales disidencias en contra de Wagner en las zonas donde se ejecutan las operaciones del grupo, por ejemplo, dirigiendo montos a víctimas (o a familiares de víctimas) de crímenes cometidos por los mercenarios o a las autoridades locales para que mantengan el silencio sobre estas vejaciones.

¿Cómo se financia Wagner?

Una parte considerable del financiamiento del grupo proviene directamente del Tesoro del Estado ruso mediante el Ministerio de Defensa, que ha invertido el equivalente de centenas de millones de dólares en sostener la máquina de guerra wagneriana

La compañía recauda la otra parte de sus recursos pecuniarios vía la venta de sus servicios a través del mundo y vía comisiones sobre las ganancias generadas por la exportación de recursos naturales (petróleo, metales preciosos, minerales, madera, etc.) en territorios controlados por gobiernos o facciones que recurren a dichos servicios. Se estima que el volumen de negocios de Wagner en estos ámbitos se encuentra en los miles de millones de dólares.

¿Por qué un país como Rusia recurre a una fuerza paramilitar como Wagner en vez de solo confiar en su ejército regular?

Reducción de costos: aunque el gobierno paga a la compañía y la aprovisiona en armas y municiones, gran parte de las ganancias de esta proviene de sus propias actividades en el terreno, lo que le permite al Estado tener una fuerza armada suplementaria sin que suponga el mismo nivel de gastos de fondos públicos que un ejército regular.

Eficiencia: por su modelo de negocios con ánimo de lucro, la empresa mercenaria puede ofrecer sueldos bastante más altos a sus combatientes que lo que propone el ejército regular. Por consiguiente, los mercenarios suelen estar más motivados en el terreno.

Además, un soldado oficial no decide dónde ni cuándo será desplegado en el campo de batalla, lo que puede  dar lugar a situaciones en las cuales ponen su vida en riesgo sin realmente comprender o estar de acuerdo con los fines. Esto puede socavar la moral de las tropas. Al contrario, el mercenario está ahí por su propia elección. Una empresa militar privada puede también ser más eficaz porque no tiene que lidiar con toda la burocracia a veces kafkiana y el cuadro normativo de la organización militar rusa.

Delegación de responsabilidad: a través de una empresa privada, el gobierno puede emprender operaciones de salvaguarda o promoción de sus intereses en varios países del mundo sin que potenciales vejámenes manchen la imagen de su propio ejército oficial. Asimismo, puede usar mercenarios para operaciones de alto riesgo que podrían ser mal percibidas en la opinión pública o militar de Rusia si estuvieran conducidas por soldados. Adicionalmente, en caso de que los mercenarios sean hechos presos o rehenes, el Estado no tiene la misma presión para efectuar un intercambio de presos o pagar una fianza.

Protección de confidencialidad: los mercenarios tienen un muy limitado grado de penetración en el aparato militar oficial y el Ministerio de Defensa. Por consiguiente, hay menos riesgos de que revelen secretos militares o estatales en caso de ser capturados durante operaciones en el extranjero.

No obstante, al ser una entidad paralela, siempre hay un riesgo de insubordinación del cuerpo mercenario con respecto al alto mando gubernamental (tal como sucedió el pasado fin de semana), por lo que el Estado debe evaluar cuidadosamente cuánto poder y espacio desea otorgar al grupo privado.

Datos sobre el Grupo Wagner

Año de inicio de actividades: 2014

Dirigente: Evgueni Prigozhin

Sede administrativa: San Petersburgo (Rusia)

Campo de entrenamiento: Molkin (Rusia)

Efectivos paramilitares actuales: ≈50.000

Número de mercenarios muertos en Ucrania: +30.000