Cultivan flores en los platos para conquistar comensales en Manizales
Elizabeth Echeverri Ospina cultiva flores comestibles en su invernadero, Siempre Verde Manizales, ubicado en la vereda El Arenillo de la capital caldense. Desde allí las despacha a restaurantes de la ciudad que las utilizan para ambientar sus platos.

Fotos | Freddy Arango | LA PATRIA

Elizabeth Echeverri Ospina cultiva flores comestibles en su invernadero, Siempre Verde Manizales, ubicado en la vereda El Arenillo de la capital caldense. Desde allí las despacha a restaurantes de la ciudad que las utilizan para ambientar sus platos.

LA PATRIA | MANIZALES

Flores para pedir perdón, para desear suerte y buena salud, para enamorar, para pedir matrimonio, para animar, para agasajar, para impresionar ah y para conquistar a un comensal. Sí, como lo acaba de leer, las flores están siendo utilizadas en las cocinas creativas o de autor, en donde los cocineros rompen moldes de sabores conocidos e incorporan nuevos ingredientes y técnicas culinarias. Por ejemplo, aprovechan la textura, el color, la fragancia y el sabor de las alondras, veraneras, capuchinas, fucsias, clavelinas, margaritas africanas, pentas, borrajas y begonias para emplatar.

Su costo va desde $250 a $350 cada una y aportan colores y texturas a entradas, platos fuertes y postres.

Elizabeth Echeverri Ospina, propietaria de Siempre Verde Manizales, cultiva flores libres de pesticidas, herbicidas, fungicidas y fertilizantes tóxicos, que terminan en los platos de los comensales. Ese emprendimiento nació durante la pandemia por covid-19.

"Mi papá, Anibal Echeverri Isaza, toda la vida ha tenido cultivos y le propuse ensayar con flores y brotes. Empezamos a estudiar ya que vi un mercado en Manizales, por ser una ciudad muy gastronómica. Y así comenzamos con el invernadero, dándole un plus, que es cultivar flores más exóticas”, cuenta Echeverri Ospina al recordar los inicios de su empresa.

La huerta está ubicada en la vereda El Arenillo de Manizales. Le ayudan en el invernadero Tuliola González Correa y Aníbal Echeverri Isaza.

Hay que tener en cuenta que no todas las flores son comestibles, ni todas son cultivadas para consumo, ya que las que se venden en viveros o floristerías son generalmente tratadas con pesticidas.

La flores comestibles llegaron a la gastronomía para quedarse y son más que un elemento visual.

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Este plato de trucha del nevado en emulsión de tatsoi ahumado, pico de gallo de piña y flores capuchinas lo sirven en el restaurante El Jardín de las Delicias, ubicado en el Palermo de Manizales. La flores son utilizadas por los chefs para decorar el plato fuerte de una cena, las ensaladas, tortas, pastas y hasta sándwiches.

En el cultivo de brotes se manejan mizunas, lechugas tatsoi, cilantro, repollos y rábanos de colores. Estos últimos "saben igual al rábano grande, el nivel nutricional del germinado de rábano es superfuerte, tiene un 40% más", explica Elizabeth Echeverri Ospina.

En el invernadero Siempre Verde Manizales los cultivos son escalonados para garantizar la posproducción de flores y dar cumplimiento a los restaurantes de la ciudad.

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En Instagram, el invernadero se puede encontrar como @siempreverde.mzls

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