La vía se acabó
Señor director:

Ya lo habíamos comentado una vez y, como siempre, nadie se dio por notificado. La antigua carretera de Manizales al occidente de Caldas está por desaparecer, porque la desidia oficial así lo ha querido. Para otras cosas no tan necesarias hay plata, menos para reparar una vía que es vital para esa próspera región.
Qué pasa señor gobernador, ¿será que necesitamos más accidentes o que sigamos maltratando una población entre rural y urbana que reside por La Linda, La Cabaña, Arauca, etc.?
Ojo a este tema que vale la pena considerar.
Bernardo Molina Marulanda.

En el Catatumbo, un conflicto de guerra
Señor director:

La situación que se presenta en la región del Catatumbo y en el departamento del Cauca es otra tragedia anunciada que en forma lamentable ocurre en Colombia. Su gestación ocurrió a la vista de todos. Lamentamos el más grave desplazamiento de los últimos años, que ha dejado numerosos muertos y desplazados; además el aumento de los conflictos sociales por el desplazamiento a las ciudades de Cúcuta y Ocaña; son cifras de un conflicto de guerra.
Lo peor es que nadie se explica que el Ejército, la Policía y los servicios de inteligencia del Estado no hayan intervenido con anterioridad para evitar los enfrentamientos entre el grupo subversivo del Eln y las llamadas disidencias de las Farc. Ahora sí están haciendo presencia, cuando el conflicto se agravó.
Con estos enfrentamientos quedó demostrado, una vez más, que a ellos no les interesa la paz del país, el Gobierno nacional, en consecuencia, debe acabar con el tal embeleco de la paz total y presentar a Colombia como la Potencia mundial de la vida; solamente le falta un año y un poco más de seis meses y ha perdido, en negociaciones que no avanzan, mucho más de dos años.
Lograr la paz total en Colombia es otra de tantas propuestas del Gobierno que, como ya se ha visto, resulta muy difícil realizar con base en la situación del Catatumbo, Cauca y otras regiones.
El Gobierno, con sentar en la mesa de negociaciones como “gestores de paz” a personajes como Hernán Giraldo, Rodrigo Tovar Pupo, Jorge 40; Ramón Isaza, El Viejo; Ramiro Vanoy, Cuco Vanoy; Héctor Buitrago Rodríguez, El Patrón; Salvatore Mancuso y otros más, lo que ha logrado es la crítica de muchos comentaristas serios y de la ciudadanía. Criminales confesos nunca serán ejemplo para ninguna sociedad y mucho menos se merecen el calificativo de gestores; un gestor debe ser un individuo que dé buen ejemplo en todos los sentidos.
Lograr la paz total en Colombia es otra de tantas propuestas del Gobierno que, como ya se ha visto, resulta muy difícil realizar con base en la situación del Catatumbo, el Cauca y otras regiones; es una propuesta utópica ante la respuesta del Eln, las disidencias de las Farc y otros grupos subversivos.
Jorge Giraldo Acevedo
 

Pesar por la demolición de la casa de Ernesto Gutiérrez
Señor director:

Conservar el patrimonio arquitectónico de las ciudades es fundamental por razones históricas y culturales. Es testigo de la historia de una ciudad. Los edificios cuentan las historias de las personas que vivieron y trabajaron en ellos. Preservarlos ayuda a mantener viva la memoria histórica y cultural de una comunidad. A menudo representan la identidad única de una ciudad. Son símbolos locales que generan orgullo y pertenencia entre los residentes. Distinguen una ciudad de otra y fortalecen la identidad común.
Enseñan a las generaciones futuras sobre arquitectura, construcción y la evolución histórica de la sociedad y atraen turismo. Muchos edificios históricos pueden ser adaptados para su uso moderno sin perder su valor histórico. Transformar estas estructuras para funciones contemporáneas (como oficinas, museos, viviendas) puede prolongar su vida útil y relevancia. Veo hoy desde la ventana de mi oficina, construida en el lote que ocupara uno de esos hitos hoy conocidos solo por generaciones ya antiguas, la demolición de la que fuera residencia del doctor Ernesto Gutiérrez Arango, en la esquina de la calle 63 con carrera 23.
Una de las dos o tres casas de la señorial Manizales, que en los años 50 y 60 llenaban la avenida Santander. Grandes casas familiares, con amplios antejardines y árboles que rompen el concreto que en forma de edificios se abalanzan sobre los andenes. Con cuánto cariño conservó el exalcalde esa casa que tuvo mucho tiempo el escudo de México en la fachada, pues allí funcionaba un consulado de ese país. Ya está la casa en el suelo, los árboles también fueron tumbados y los dos más bellos esperan ser talados en aras del parqueadero en que se convertirá el lote despejado. Varias generaciones pasamos frente a esa casa y miramos desde los buses urbanos el auto bajito, único en la ciudad, del propietario, que amó la ciudad y la definió como ninguno otro.
Sí, las grandes urbes del planeta son selvas de concreto; algunas de bella arquitectura que enorgullece: Chicago, Nueva York, Londres…, pero nadie piensa en echar abajo las casas de los Campos Elíseos en París, por mucho que sea el dinero que podrían sacarle al lote. Una lágrima por este hito que desaparece. No hay amor por la ciudad, lo que se ve en el Centro Histórico, la otrora hermosa carrera 23 es un relajo, la Plaza de Bolívar una cosa sin gracia, el llamado Palacio Arzobispal da pena… Bienvenidos al futuro.

Luis Fernando Gutiérrez Cardona
 

Desuso de los números ordinales
Señor director:

La presente nota tiene el propósito de hacer una aclaración o una reflexión relacionada con el desuso de los números ordinales entre algunos escritores, redactores, correctores de estilo o periodistas del diario La Patria. Los números ordinales son aquellos que enuncian orden o sucesión: primero, segundo, tercero...etc. Y deben usarse cuando corresponde, como en el caso de “la 39 cabalgata” (edición editorial del 13 de enero) si no se escribe correctamente “trigésima novena cabalgata”, se lee treinta y nueve, si no se escribe en letras debe escribirse con el símbolo ortográfico: “o”, ó la “a” si la denominación es femenina. Al no escribirla en letras lo correcto es “39.ª”, cabalgata” que se lee trigésima novena como corresponde.
Lo mismo sucede más adelante cuando escriben: (...) “organizar y ejecutar la 70 Feria de Manizales”, lo correcto es: “Organizar y ejecutar la septuagésima Feria de Manizales”, o en su defecto: “organizar y ejecutar la 70.ª Feria de Manizales”. Igual sucede en el segundo párrafo del editorial, cuando escriben: “el 53 Reinado Internacional del Café”. Por favor, quincuagésimo tercer reinado...”.
Quien redacta este editorial: “Feria para seguir haciendo ferias”, demuestra habilidad para eludir el número ordinal correspondiente cuando escribe: “De su edición 68, como antesala...” dicha evasión es correcta, en este caso; pero, qué bueno fuera escribir los números ordinales cuando se trata de enunciar la sucesión de efemérides, como en el caso de la sexagésima octava Feria de Manizales.
Este error gramatical no es sólo de La Patria, lo cometen todos los días varios locutores y presentadores de programas radiales. Aquí parece existir una falla en el estudio de la gramática castellana, o al menos, una investigación bibliográfica, de quienes se dedican a la hermosa y delicada profesión del periodismo o, quizá, una carencia en el plan de estudios por parte de las universidades que ofrecen esta carrera.
Betuel Cano Bedoya, escritor de la Editorial Paulinas.
 

Cadena de favores
Señor director:

Recuerdo unos actos de bondad humana: Frené mi carro en seco. Frente a mí una joven dama, con la mano izquierda abierta, brazo extendido, pedía detener el tránsito, mientras ella conducía, agarrado con su mano derecha a un hombre ciego, para pasar la avenida Santander. Sentí gozo y admiración.
Subía un hombre de la tercera edad por una empinada calle, con mucha dificultad, sosteniéndose con un bastón. Me detuve y lo invité a subir al carro. Iba para la avenida Santander a pedir limosna. Vivía en un cuarto de una casa y debía pagar arriendo. También iba a reclamar una cédula, pues la original se le había perdido. Ahí lo dejé cerca de la Santander.
Le dije a la dama en la entrega de medicamentos de Nueva EPS: ¿se quiere sentar? Pero no hay dónde, respondió. Espere que con mi mente le busco un asiento. Se rió. Al momento una joven señorita se puso de pie y dijo: señor, siéntese. Gracias, le dije. Pero que se siente esta dama que está algo fatigada. Estas son acciones de bondad humana.
Escuché a un líder social entrevistado en un noticiero por una médica. “La persona que realiza una acción bondadosa recibe en su organismo una gratificación: aumento de la serotonina, dopamina, oxitocina, endorfinas; lo que trae bienestar psicosomático, disminuye el cortisol favoreciendo la reducción del stress normal de la vida. Ser bondadoso es una vivencia muy positiva para quien lo es y lo manifiesta en su cotidianidad. Aumenta el bienestar y la alegría; alivia la ansiedad, la depresión, el estrés. Además, aporta a lo que podríamos llamar la cadena de favores”.
Se afirma que una persona que recibe una acción bondadosa de alguien está dispuesta, sin ser consciente, a triplicar dicho hecho bondadoso. Como si la bondad estuviera en el rango de una progresión geométrica de más calidad. Si este es el perfil de la bondad humana, ¿cuál sería el de la maldad humana? Pregunta que se responde por contraste.
Seamos bondadosos con tantos seres humanos necesitados y vulnerables.
Alirio de los Ríos Flórez

Felicitaciones al programa ¡Vive la Feria!

Señor director:

No podíamos pasar por alto señalar que quienes tuvimos alguna dificultad para estar presentes en la primera Feria de América, la pasamos muy bien pegados de la televisión y las redes viendo el programa diario de ¡Vive la Feria! de LA PATRIA. Todo estuvo excelente, comenzando por la producción y sobre todo por la calidad de los presentadores. Creo que en una escala de calificación de 1 a 10, ese espacio ocupa por lo menos un 9.99. Vimos toda la programación ferial y, repito, nos gustó. Felicitemos, pues, a sus realizadores, y volvamos a sentir que aquí hay talento y muchas ganas de hacer las cosas bien.

Bernardo Molina Marulanda.

 

Nota cívica

Señor director:

El 12 de enero se cumplieron 20 años de la partida al cielo del Dr. Luis José Restrepo Restrepo, exalcalde de Manizales, exdirector del diario LA PATRIA. Ocupó cargos diplomáticos en Italia y Francia... Entregó su alma al Creador a los 64 años.

El Tiempo recordó que... “durante su vida pública siempre estuvo tentado por la política -militó en el Partido Conservador-, su verdadera pasión fue el periodismo. Tras la muerte de su padre, José Restrepo, quien dirigió el diario manizaleño entre 1949 y 1973, tomó las riendas de éste hasta finales de los 80. Luego, entre 1997 y el 2001 hasta lograr consolidarlo como el decano de los medios escritos en el Eje Cafetero”. Notas cívicas se une al 20.º aniversario con oraciones y flores.

Rogelio Vallejo Obando

Reconocimiento
Señor director:

Muchos escritores son reconocidos por obra y gracia de la publicidad, del azar, de la casualidad, de la buena suerte, por lambericos, por buenos gestores, por su círculo de amigos, por palancas, por amigos influyentes y, desde luego pocos, por méritos y talentos. Es incómodo asistir a tertulias, encuentros y participaciones de los llamados escritores, ya que existen roscas y camarillas en cerrados y excluyentes círculos elitistas. Pareciera que quienes ya tienen nombre se creen de mejor familia, se enhiestan y se empinan oteando con desdén y sorna a quienes no son de su agrado señalándolos de intrusos y novatos.
La literatura, a pesar de la diversidad de opiniones y de subjetividades, es una enfermedad congénita que tiene la propiedad de no ser contagiosa. El escritor, como todas las demás vocaciones, nacen y se hacen, refinan y perfeccionan su estilo a través de su ejercicio.
No es explicable que quienes llegaron a la cima, quieran ser dueños de su egolatría, de su vanidad, de su envanecimiento, de su ufanía, narcisismo y hasta de su “ignorancia”, quitándoles la escalera a quienes tratan de subir y compartir lo que escriben con un anónimo público que pudiera llegar a leer y valorar sus producciones.
No se entiende que las escasas personas con talentos y dotes de artistas, que existen aunque escasos en los pueblos, sean ignorados, invisibles y hasta mal tratados por sus condiciones particulares de hacer y gustarles lo que no es común y corriente. Olvidan nuestros dirigentes que lo que da lustre y eterniza a los pueblos son sus personajes que descollaron y tuvieron relevancia en el ámbito de la intelectualidad. Los edificios se caen, las empresas se acaban, los imperios se derrumban, los fastos pasan de moda, todo se minimiza, pero la cosecha del intelecto tiene luz que nunca se apaga.
Todo este prólogo para agradecer públicamente a dos personajes impregnados de intelectualidad y honradez con la justicia: Pbro. Jaime Pinzón Medina y licenciado Fabio Ramírez Ramírez, quienes por suerte han leído y valorado mi ya extensa producción literaria y han aprovechado los espacios democráticos de LA PATRIA para expresar libremente y con la nobleza intelectual que les caracteriza lo que con sencillez y mucha vocación he publicado con esfuerzo personal y autofinanciado un número considerable de poemarios. Muchas gracias por su magnanimidad.
Elceario de Jesús Arias Aristizábal

El debate de la defensa personal
Señor director:

Ahora es costumbre en el país que un ciudadano se defienda ante la acción de un ladrón, atracador o una banda de delincuentes. Una de las últimas situaciones de esta magnitud ocurrió el sábado 11 de enero en el barrio Britalia, en la localidad de Kennedy (Bogotá). Un escolta de la Unidad Nacional de Protección (UNP) se defendió de un delincuente que le intentaba robar y, después de un forcejeo, con el arma de dotación oficial le causó la muerte.
En los videos presentados en noticieros de televisión, con base en los registros de las cámaras ubicadas en el populoso sector, se observa claramente que el ciudadano obró en legítima defensa; podemos afirmar que si no hubiera sido así el muerto sería el escolta. No existe duda, la legítima defensa está claramente demostrada y el escolta quedará exento de cualquier responsabilidad penal; efectivamente deberá cumplir con ciertos aspectos que exige la ley.
Este hecho lamentable pone de nuevo el tema de la defensa personal en el debate; es sabido que la inseguridad en Bogotá va en aumento y no hay quien la frene; han aumentado los delitos de alto impacto en más del 6%, el hurto a personas subió a casi el 8%, los delitos sexuales han presentado un crecimiento alarmante de más del 26% y el 40% de los hurtos se cometen en forma violenta con uso de armas.
La legítima defensa está consagrada en el artículo 32, numeral 6º del Código Penal, que dispone: “No habrá lugar a responsabilidad penal cuando se obre por la necesidad de defender un derecho propio o ajeno contra injusta agresión actual o inminente, siempre que la defensa sea proporcionada a la agresión. Se presume la legítima defensa en quien rechaza al extraño que, indebidamente, intente penetrar o haya penetrado a su habitación o dependencias inmediatas”.
Sobre la defensa personal, en el caso del escolta de la UNP, está suficientemente demostrada en las imágenes captadas por las cámaras de seguridad que se ve claramente el accionar del delincuente y la utilización de un cuchillo...
Jorge Giraldo Acevedo

Ya hay vacuna para el dengue
Señor director:

Gracias por el artículo sobre el dengue, pero también es importante recordar que desde el año pasado ya disponemos en nuestro país de una vacuna frente a este terrible flagelo. O sea, otra enfermedad más de la cual podemos protegernos mediante las vacunas.
Fabián E. Puentes M. MD. Gastroenterología

Lo bonito y lo feo de Manizales

Señor director:

Me voy encantada con la calidez de la gente manizaleña, su idiosincrasia, gastronomía y ganas de gozar la vida; sin embargo, deberían hacer algo más estricto con respecto al grafiti, no es arte, se ve toda la ciudad completamente rayada y desentona con todo lo bonito que tiene la Ciudad de las Puertas abiertas!

Turista.

 

Una arboleda bellísima, pero...

Señor director:

En Chipre, exactamente por la calle 9 con carrera 8, hay una bella arboleda que vale la pena contemplar, no solo por quienes aman la naturaleza sino por aquellos que adoran el verde de nuestras montañas y los paisajes campesinos. Lo que pasa es que el pero no podía faltar, porque este hermoso lugar ha sido convertido en el parque de los perros y su consiguiente depósito de inmundicias. Claro que hay una que otra persona que carga la bolsita para echar los excrementos, aunque la mayoría no. ¿Eso qué es?, falta de buenos modales y de cultura ciudadana. Como dije atrás, en esa tupida arboleda no se ve un niño, un adulto mayor, sino los amos con sus mascotas porque los olores son nauseabundos. ¿Será que a este asunto le podremos dar alguna solución?

Bernardo Molina Marulanda.

 

La esencia de un estadista

Señor director:

Todos los gestores y administradores de lo público -de lo que es de todos- deben actuar en sus puestos y desempeños sin ánimo de vindicta contra nadie, debiendo además ser amigos fieles del buen trato con las administraciones públicas que les antecedieron, porque ningún plan de desarrollo se debe hacer con esos cimientos de odios, propios de desubicados y altaneros.

Es de recordar aquí la esencia vital de un estadista: Carlos E. Restrepo Restrepo, que cuando llegó a la presidencia expresó: “Ahora no pertenezco a ningún partido”, queriendo decir con ello que era el mandatario de todos los colombianos. “El sentido de partido es muchas veces ausencia de patriotismo, que lleva a odios de secta”.

Que grato poder decir que el expresidente Duque fue amigo fiel en su mandato de esa sentencia. Él sabe muy bien que a Colombia no la debemos seguir polarizando “entre un tinto y una cocacola”. Colombia no es una simple cosa que se manosea: le da cobijo a más de doce millones de familias, a las que los políticos de todos los colores y pelambres ideológicos deben tratar con sumo respeto. “El sentido de partido es muchas veces ausencia de patriotismo, que lleva a odios de secta”.

***

Es desafortunado que en Colombia todo el que es político se crea un estadista. "Tenemos muchos exagerados”.

Rogelio Vallejo Obando

Muchas vías no son autopistas ni avenidas
Señor director:

Cómo es posible que, por presumir, se nombre a determinadas obras con mentiras como es el caso de la mal llamada Autopista Norte y la del sector sur de Bogotá. Estas dos vías para el tráfico automotor no son autopistas. Si tomamos el significado de una vía de tal magnitud, con base en Wikipedia la enciclopedia libre, ésta debe ser rápida, segura y admitir un volumen de tráfico considerable y se diferencia de una carretera convencional; dispone de más de cuatro carriles para cada sentido con calzadas separadas. Además, desde el punto de vista real, las dos vías de entrada y salida a Bogotá permanecen siempre congestionadas. La situación la vivimos millones de colombianos que por turismo, salud y otras situaciones tuvimos que utilizarlas en la época de Navidad y en el final del 2024 y principios del nuevo año.
Otra situación mentirosa ocurre en la población cundinamarquesa de Fusagasugá; la vía principal de la llamada “Ciudad Jardín de Colombia” la bautizaron como “avenida de las Palmas”; resulta que desde la entrada principal hasta la plaza de mercado, unas 15 cuadras, por los dos extremos peatonales, no hay andenes pavimentados, pero sí muchos baches y tierra. Esa vía, en las actuales condiciones, no se debe llamar “avenida de las Palmas”. La solución a éstas mentiras en materia de autopistas y avenidas corresponden en la presente época al Gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey Ángel, y a los alcaldes de Bogotá, Carlos Fernando Galán Pachón, y de Fusagasugá, William García Fayad; esperamos que pronto los tres mandatarios procedan para que se eliminen las referidas inconsistencias en materia de vías.
Claro que estamos seguros que en otras regiones de Colombia existen nombres de autopistas y avenidas de mentiras; son otros casos como para Ripley, propios de un país macondiano donde ocurren muchísimos casos increíbles...
Jorge Giraldo Acevedo


El verdadero amor a un hijo
Señor director:

A un hijo hay que amarlo desde antes de nacer, con toda el alma; de ello dependerá que en su infancia sea feliz y crezca fortalecida su autoestima, lo cual es determinante para su vida. Jamás te canses de expresarle que lo quieres, de apoyarlo, de estimularlo, de abrazarlo, de sonreírle, de darle sabios consejos. De ello dependerá que cuando adulto sea una persona segura de sí misma, amante de la vida, triunfadora en sus proyectos propuestos, un ciudadano de bien para la sociedad; capaz de valorarse, de cuidarse, de quererse. Se deben tener los hijos que se puedan criar dentro del mejor ambiente sano, qué no les falte nada y llenarlos de amor, de cariño y afecto. De otra manera es mejor no traerlos para no hacerles daño y tomen caminos desviados o se refugien en diferentes cosas dañinas y negativas.
Álvaro Alzate Ussma.

El bienestar se merece
Señor director:

Todos queremos vivir bueno, es un deseo humano y hasta justo, pero, ¿será que todos merecemos ese bienestar para disfrutarlo y degustarlo? Todos los seres humanos tenemos un camino para recorrer y no todos tenemos la capacidad para reconocerlo y recorrerlo sembrando semillas de sensatez y sindéresis. Hay muchos seres humanos que reclaman, odian a los ricos, no trabajan y eso sí, los vicios y holgazanería son sus compañeros favoritos. Quieren cosechar sin haber sembrado. Se quejan y se lamentan de su suerte, cuando poco o nada hacen para merecer algo mejor. Culpan al sistema, al gobierno, a todos, pero no practican un autoanálisis para encontrar culpables que quizás están más cerca de ellos.
Reclaman un vivir mejor, pero se olvidan de crear condiciones favorables para obtener los resultados deseados. No cambian sus actitudes ni sus comportamientos para que haya resultados diferentes. Dice la sabiduría que los cambios empiezan por nosotros. Difícilmente un acto de introspección nos conduce a aceptar que al parecer todo se encuentra en nuestro interior y que nos cuesta mucho aceptar nuestros propios errores. Es fácil ver los errores ajenos, censurarlos y hasta sugerir soluciones que parecen de fácil ejecución, pero es poco entendible cuando somos nosotros quienes tenemos que asumir cambios para encontrar el recto camino de nuestra existencia.
Cada uno de nosotros tenemos responsabilidad con nuestra vida y debemos marchar con rectitud poniendo todo nuestro interés tratando de conseguir un buen nivel de bienestar partiendo de nuestra individualidad y, desde luego aceptando la ayuda de personas generosas y solidarias que disfrutan haciendo el bien. Solo a nosotros nos corresponde direccionar nuestras vidas, fijar metas, reforzarlas con nuestros sueños y poner en acción la palanca de las fortalezas, sólo así tendremos plena satisfacción para gozar lo conquistado con esfuerzo personal, con sacrificio y entera satisfacción. Los compromisos y las responsabilidades no son transferibles, corresponden al desempeño personal como algo inherente a su personalidad.
Elceario de Jesús Arias Aristizábal

De la ciclorruta de la 12 de octubre y más
Señor director:

Para quienes montamos en bicicleta, genial; sin embargo, se debió tener en cuenta el retorno, ya que donde acaba la franja amarilla no hay cómo devolverse hacia Chipre y toca ir hasta el Parque del Agua. Muy peligroso, ya que toca compartir la vía con los vehículos y los señores de las busetas. Se debería hacer el retorno en la placita donde hacen las artesanías (Bellas Artes). 
Una más, en Chipre donde queda el supermercado Super Inter deberían instalar un semáforo, este sitio tiene cinco esquinas y es muy peligroso ya que es una vía bastante transitada por vehículos, motos, niños, adultos y personas de la tercera edad. No esperemos que ocurra una tragedia para solucionar estas necesidades.
Mauricio Gil