Por una vocación que nos haga fuertes
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Más allá de los vaivenes de la economía mundial y nacional, que afectan de cualquier manera la local, lo que dejan los recientes resultados del DANE sobre el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) por departamentos en Colombia debe poner a todos los sectores de Caldas a trabajar en lo que nos vuelva a hacer robustos en el contexto regional como Eje Cafetero y frente al país. Aunque el departamento al 2022 logró crecer un 6,1% en su PIB, cuando este promedio se compara con los incrementos superiores que lograron los departamentos vecinos de Risaralda y Quindío invita a ver cómo acelerar el ritmo.
El PIB, que representa el valor de los bienes y servicios finales y muestra cómo es el crecimiento económico de un país, fue para Risaralda de 8,9% y para Quindío de 6,4%. Eso posiciona a Risaralda y destaca a Quindío porque siendo más pequeño en población, ingresos y fuentes de exportación que Caldas logró un mejor crecimiento. Colombia ha venido creciendo a un índice del 3,5% entre el 2005 y el 2022, y Caldas, como se señaló en un informe publicado por LA PATRIA, lo viene haciendo a un ritmo de 2,5%, es decir un punto por debajo del crecimiento nacional y eso prende la alerta.
Al mirar en detalle por actividades, es interesante ver que la industria, sector fuerte en Caldas, creció, pero no se puede perder de vista que lo hizo por debajo de lo que ha sido el promedio departamental. Además, decrecen actividades de agricultura, ganadería, silvicultura, pesca y explotación de minas y canteras. Para resaltar como positivo, que hubiera crecido la construcción, el comercio, la reparación, el transporte y el alojamiento; sin embargo, no logran compensar los bajos promedios de las actividades que decrecieron. Para revisar, que el departamento haya perdido participación en las exportaciones de sectores importantes y todavía esté supeditado al café como principal fuente de ingresos, lo que lleva, según expertos, a pensar en que la economía tiende a volver a sus sectores primarios.
No se trata de promover una competencia entre los departamentos del Eje Cafetero para ver cuál de los tres es el mejor económicamente y que ese sea el que predomine ni volver a viejas rivalidades de hace seis décadas cuando se dio la secesión. El llamado es a tener tres departamentos prósperos, cada uno con sus fortalezas, para ofrecer como región mayores bienes y servicios, cada uno en lo que mejor sabe hacer, y esto redunde en bienestar para todos sus habitantes. Es necesario volver la mirada a cómo se suman potencialidades de cada departamento y ver cómo se logra un gana-gana que redunde en beneficio de todos.


No es posible seguir concentrando el PIB en solo tres de los 27 municipios de Caldas como también advirtieron analistas económicos. Quizá hay actividades y riquezas que poco o nada se están explorando ni explotando o ni siquiera aparecen como meta en los planes de los gobernantes. El foco debe estar puesto en pasar de los estudios a la ejecución de acciones dirigidas a aumentar la productividad, sofisticación, innovación e internacionalización en la estructura empresarial de Caldas. Por algo fueron creadas desde hace varios años en la Gobernación y en algunas alcaldías secretarías que señalan estar dedicadas al empleo, la innovación y la competitividad. Es hora de que concreten los procesos.