Once Caldas viajó a Villavicencio después de 22 años para enfrentar a Llaneros, un rival directo en la búsqueda de un cupo a los cuadrangulares, con la intención de llevarse los 3 puntos a Manizales y cerrar la jornada entre los 8 mejores del fútbol colombiano. 

Los blancos llegaron a la fecha 16 con 19 puntos, a 2 del octavo y a tres de su rival de turno. 

Primer tiempo igualado

El desarrollo del primer tiempo fue parejo. El Once usó los lanzamientos de costado para saltar líneas y poner mano a mano a los extremos, pero las imprecisiones en los últimos metros, dilapidaron las chances creadas. 

Michael Barrios fue el jugador más insistente para los dirigidos por Hernán Darío Herrera, que aprovechó su velocidad y habilidad para ganar por la banda derecha. 

Lastimosamente para el equipo sus buenas intervenciones no encontraron la finalización de Jefry Zapata, que jugó como delantero titular ante la ausencia de Dayro Moreno. 

Los locales, con una formación rígida en defensa ubicando a 7 jugadores detrás del balón, también lo intentaron por los costados. 

En ataque Llaneros fue más dinámico, entre los volantes carrileros y el delantero, lograron poner en aprietos la defensa blanca, pero Riquette estuvo firme para evitar el peligro. 

A pesar de su buena primera mitad, los locales tuvieron las dos mejores opciones de la primera mitad. En ambas ocasiones James Aguirre atajó los balones que llegaron hasta su arco. 

Ráfaga local

En el segundo tiempo pegó primero Llaneros. Una pelota perdida en ataque en el minuto 53, terminó en el área blanca después de 3 toques. 

Nuevamente las bandas fueron aliadas para el equipo de la media Colombia, y el equipo de Herrera volvió a mostrar falencias en las transiciones defensivas. 

Julián Angulo encontró tiempo y espacio para habilitar a Bryan Urueña que aprovechó el pase atrás para abrir el marcador. 

El Arriero no movió el banco después del gol de Llaneros y a los 57 minutos, nuevamente en una salida rápida de los locales, el volante derecho Angulo amplió el marcador, después de eludir a Aguirre y disparar en el arco vacío. 

Equivocar los caminos

Herrera intentó modificar el rumbo del partido con un doble cambio. Ingresaron Mateo Zuleta y Felipe Gómez y salieron Déinner Quiñones y Luis Palacios, ambos de discreto partido. 

La apuesta del técnico salió parcialmente. El once obtuvo el balón, lo llevó hasta tres cuartos de cancha, pero no logró hilvanar ninguna jugada clara que vulnerara la defensa local. 

Incluso Barrios, quizás el mejor en ataque por su costado, pasó de la banda para jugar en carriles interiores y conectar mejor con Zapata, Zuleta y Gómez, pero la multitud de piernas en el área local solo sirvió para entorpecer las intenciones ofensivas, perdiendo poder ofensivo. 

El replanteamiento de Herrera fue contraproducente. En el primer tiempo las mejores opciones del Once las lograron al abrir las bandas. 

Sin embargo, con la salida de Palacios y el juego interior de Barrios, el equipo cayó en el embudo local, que salió a jugar con un 4-1-4-1. 

Faltando 15 minutos para los 90, el Arriero volvió a hacer modificaciones ofensivas. Andrés Ibargüen entró pero sumó poco en ataque, confirmando porque es una de las apuestas fallidas del reciente mercado de pases del equipo blanco.

Finalizando el partido el arquero local tuvo dos intervenciones con los únicos tiros al arco que realizó el equipo de Manizales, pero ninguna representó un riesgo para su portería. 

Sin margen de error

La derrota compromete la clasificación del Once a los cuadrangulares, quedando en el puesto 13 con 19 unidades. 

A los blancos le quedan 4 partidos donde deberá tener un rendimiento perfecto para pelear por un cupo. Su próximo rival en Liga será Unión Magdalena en Manizales. 

Antes de recibir a los samarios se jugará su clasificación a semifinales de la Copa ante Atlético Nacional en Medellín. 

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