La derrota 0-1 del Deportivo Pereira contra Once Caldas desnudó la realidad de los Matecañas. En el Palogrande el onceno risaraldense volvió a entrar en el pantano de la desesperación y perdió una oportunidad de sumar como visitante. 

Hasta la fecha 8, los aurirrojos habían mostrado dos caras: efectivo como local e impotente de visitante. Pero desde el partido de Copa contra Real Cundinamarca donde ganó de manera agónica, ha enlazado tres partidos perdidos: perdió por el partido de vuelta por Copa, contra Bucaramanga por Liga perdió el invicto de local –a pesar de ser local en Armenia. 

Y el viernes 5 de septiembre contra Once Caldas volvió a generar poco en ataque y a ser vulnerable en defensa. Desde lo táctico el plan funcionó parcialmente, pero la incapacidad técnica de varios jugadores, frustró el planteamiento. 

“Hoy somos un equipo muy predecible”

Rafael Dudamel en rueda de prensa posterior al partido fue claro y autocrítico después de la derrota por la mínima diferencia frente a Once Caldas en el clásico del Eje Cafetero. 

Reconoció que su equipo, a pesar de jugar en superioridad numérica, volvió a equivocarse en la toma de decisiones y perdió una oportunidad clave para mantenerse en los ocho.

“Hoy somos un equipo muy predecible y necesitamos rápidamente esta semana larga para refrescar ideas, conceptos y funciones en el campo. Hemos perdido la frescura mental y física que nos hacía un equipo respetable”, señaló el estratega.

Puntos perdidos 

El entrenador lamentó que de los diez partidos disputados en la Liga, en ocho el Pereira haya jugado con un hombre más que su rival y solo en uno haya podido sacar ventaja de esa condición. 

“Se nos han ido seis u ocho puntos que hoy nos tendrían en otra situación, con mucho más protagonismo”, añadió.

La preocupación también pasa por la tabla. Con la derrota, el cuadro matecaña suma 12 puntos en la mitad del campeonato, los mismos que tenía en el semestre pasado a esta altura, cuando finalmente se quedó por fuera de los cuadrangulares. 

“Así no nos va a alcanzar para clasificar. Tenemos que retomar la memoria de un equipo de carácter y calidad, porque lo que estamos haciendo es insuficiente para ganar partidos”, advirtió Dudamel.

El técnico dijo que aprovechará la semana larga sin competencia para conversar con sus jugadores y reorientar el rumbo. 

“Quiero saber qué sienten y qué piensan, porque arrancamos con objetivos muy claros, pero si seguimos jugando como ahora, nos va a costar demasiado en un torneo tan competido e igualado”.

Superados táctica y anímicamente 

“Los primeros 20 o 25 minutos fueron buenos, bien jugados por ambos equipos. Tuvimos control del partido, jugamos en campo rival y no éramos tan directos. Pacheco podía aparecer por banda derecha, Omar por la izquierda, y logramos llegar con buen volumen de jugadores al área rival”, explicó el entrenador.

Sin embargo, después de ese arranque, el Pereira cambió la manera de jugar: “Nos volvimos mucho más directos, queriendo tirar pase gol desde la mitad de la cancha. Así como íbamos de rápido hacia adelante, la pelota volvía igual de rápido y Once Caldas la gestionaba mejor. Eso les permitió tener mayor control del partido en el primer tiempo”, reconoció.

La situación empeoró en la segunda mitad, cuando el equipo cayó en la ansiedad al estar en desventaja: “Con el resultado en contra queríamos todos tener el remate de 30 o 40 metros para empatar, y no era esa la forma. Teníamos que jugar más por dentro, a la espalda de los volantes, y no lo hicimos. No circulamos rápido la pelota para encontrar espacios y eso le hizo fácil el trabajo defensivo a Once Caldas”, añadió Dudamel.

El técnico concluyó que al Pereira le urge volver a su esencia para recuperar terreno en la Liga: “Hay que trabajar, repetir y recordar lo que nos hacía un equipo temible. Solo así podremos volver a estar en la línea ganadora”.

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